Todavía recuerdo el Juego de las estrellas del béisbol cubano, en 1994. Por esa fecha, en la que la frase “solo sé que no sé nada” se aplicaba a cada minuto en la vida de los cubanos, los directores Jorge Fuentes (Pinar del Río) y Pedro Jova (Villa Clara) asistieron a un estudio de televisión y, ante las cámaras, comenzaron a seleccionar a los peloteros que integrarían los equipos “Truenos” y “Centellas”. Jova ganó el sorteo y pidió primero a Víctor Mesa; mientras Fuentes optó por Omar Linares.
Todavía no entiendo cómo fue posible que a los directivos se les ocurrieran aquellos horribles nombres para las dos selecciones; tampoco comprendo por qué ese desafío quedó tan guardado en mi memoria. Tal vez por los “peculiares” nombres y, por supuesto, porque era el primero que podía presenciar. De cualquier forma ese encuentro fue un avance, pues durante siete años (1987-1994) el Juego de las estrellas estuvo “cancelado”, probablemente sin una razón creíble.
No obstante, la irregularidad que siempre ha acompañado a estos partidos volvió a quedar en evidencia cuando se suspendió hasta 1998 y, más tarde, también sin un argumento comprensible, tampoco se efectuó durante 2009 y 2010. Esa inestabilidad le ha restado, indudablemente, credibilidad al Juego de las estrellas.
Además, quizás para algunos peloteros resulte preferible descansar, en compañía de su familia, por casi una semana, antes que volver a tomar un autobús y disputar un desafío que, en términos prácticos, no representa nada para ellos. Creo que una vez se aclaró que el equipo ganador recibiría, como premio, un viaje por Venezuela. No sé si realmente esa “iniciativa” llegó a concretarse.
La organización del Juego de las estrellas 2012 tuvo dos cambios interesantes: el primero fue que, en nuestro afán por tímidamente copiar las exitosas estrategias de las Grandes Ligas, se tuvo en cuenta el voto de los fanáticos para determinar cuáles jugadores conformarían las nóminas de Occidentales y Orientales. Los cubanos podían enviar por el correo tradicional las planillas, publicadas por los principales diarios; mientras, a través del Portal Cubasí se podía votar online. Aplaudo esta idea, pero los informáticos tendrán que perfeccionarla para el año próximo. (Mi sugerencia sería que revisaran cómo lo hacen en www.mlb.com, espero no pedir demasiado).
El otro elemento llamativo para mí sobre el Juego es la sede: el estadio “Victoria de Girón” nunca había acogido a este desafío. Por más de dos décadas los equipos matanceros tuvieron pobrísimos desempeños, así que como, por lo general, la provincia que acoge al partido es una de las más destacadas en la Serie Nacional, entonces no sorprende que los yumurinos estuvieran más que de espaldas al Juego. Pero en 2012 los Cocodrilos mutaron. Por estos días he leído disímiles críticas contra el director Víctor Mesa; pero más allá de reconocer que es uno de mis ídolos deportivos, ¿alguien podría explicarme cómo se puede entender el cambio de imagen que ha dado Matanzas en menos de doce meses? Por todos lados se siente la presencia de Víctor Mesa y creo que pocos dudan que este equipo llegará, por primera vez en ¡20! años a los playoff.
Entonces, ¿qué esperar del Juego de 2012? Ojalá sea un espectáculo interesante. El desinterés de los jugadores no solo se ve en Cuba—las Grandes Ligas sufrieron hasta lo indecible para solucionar la crisis, después del fiasco del desafío empatado por falta de lanzadores en 2002—, así que la calidad del partido dependerá, en gran medida, de las ganas que le pongan peloteros que ya han rodado miles de kilómetros, por carretera y que acumulan casi 50 desafíos en la Serie Nacional.
DATOS CURIOSOS:
Total de victorias: Orientales 12 – 11 Occidentales (no cuento el desafío de 1994, entre «Centellas» y «Truenos», porque los equipos incluyeron a jugadores de ambas zonas)
Máximos jonroneros: Víctor Mesa (2); Danel Castro (2); Yoelvis Fiss (2)
Directores que más veces han intervenido en un Juego de las Estrellas:
Higinio Vélez (6); Jorge Fuentes (5); Rey Vicente Anglada (5) (en series consecutivas); Roberto Ledo (4); Ramón Carneado (3); mientras José Miguel Pineda (2) es el único que ha dirigido a Orientales y Occidentales
Vea además:
Nóminas de los equipos al Juego de las Estrellas 2012