Ciento diez años atrás se enfrentaron por primera vez, de forma oficial, el Barcelona y el Real Madrid. De seguro en esa fecha nadie imaginó que el duelo futbolístico llegaría a convertirse en el más seguido del mundo, con una teleaudiencia millonaria y probablemente pocos vaticinaran que la rivalidad dividiría a los fanáticos del más universal de los deportes en dos bandos irreconciliables: merengues y azulgranas.
En los últimos doce meses este Clásico del fútbol ha tenido ocho repeticiones. Son demasiados juegos y muy seguidos, por lo que se corre el riesgo de aburrir, argumentarían algunos, no sin algo de razón; mientras otros, quizás con más tino, comparten puntos de la idea anterior, pero comprenden que el alto número de desafíos, en un breve período de tiempo, se debe a una convincente razón: ambos clubes están muy por encima de la mayoría de sus rivales y esto los lleva a chocar en múltiples competiciones.
Entre noviembre de 2010 y diciembre de 2011 el Barça y el Real Madrid disputaron tres partidos por la Liga española, dos en la semifinal de la Liga de campeones de Europa, otros dos en la final de la Súper Copa de España y también la final de la Copa del Rey. Incluso, en abril de 2011, se vivió un momento único en la historia del Clásico, porque hubo cuatro juegos en apenas 18 días. El balance final del año resultó muy favorable al Barça, porque los culés ganaron cuatro, con tres empates y solo en una ocasión sonrieron los merengues. Ahora volverán a chocar, en los cuartos de final de la Copa del Rey ¿Cambiará la historia en los dos próximos Clásicos?
La Copa del Rey de España vuelve a ser el evento menos importante de esta temporada; sin embargo, ninguno de los dos clubes recibiría con alivio una eliminación, ni siquiera cuando esto represente más tiempo de descanso para los dos torneos que mayor cantidad de dinero aportan a las cuentas bancarias: la Liga de campeones y el certamen doméstico. Perder ante el archirrival nunca entraría en los planes del mejor entrenador de 2011, Pep Guardiola, ni en los del técnico más pagado en el mundo, José Mourinho.
Los merengues han tenido tres años muy difíciles, en los que vieron cómo el Barça levantó trofeo tras trofeo, hasta la impresionante cifra de 13 de 16 posibles; pero al menos en Madrid tienen un muy grato recuerdo de la última Copa del Rey, cuando un gol de Cristiano Ronaldo, en tiempo extra, sacó a los fanáticos hacia la fuente de Cibeles, para celebrar un nuevo título del equipo. Sin dudas este fue el revés más doloroso, en 2011, de los azulgranas.
Las cifras son elocuentes: el Real Madrid es el máximo ganador en la Liga española, con 31 coronas, por 21 del Barça; aunque en la Copa se intercambian papeles y los culés son los principales triunfadores, con 25 títulos. El duelo histórico entre ambos clubes, en este torneo, también favorece a los de la Ciudad Condal, porque en los 29 desafíos efectuados ellos han triunfado en 14, con cinco empates y 10 descalabros.
El Madrid y el Barça llegaron a los cuartos de final de la Copa de diferentes maneras. Los merengues tuvieron que esforzarse al máximo para eliminar al Málaga; mientras los azulgranas aplastaron al Osasuna. No obstante, esto no le ofrece favoritismo a los culés, porque, por ejemplo, en la Liga, que se celebra de forma paralela a la Copa, los merengues tienen una cómoda ventaja de cinco puntos en la tabla de posiciones, gracias a un potente ataque y a los traspiés del Barça.
Como era de esperarse, Mourinho y Guardiola trataron de quitar presión al Clásico; pero para nadie es un secreto que sobre el césped del “Bernabéu” y el “Camp Nou” se vivirán momentos muy tensos. El triunfador tendrá el camino despejado hacia un nuevo título y eso, en una rivalidad tan fuerte, no es poca cosa. Entonces, ¿aburre el Clásico? Tal vez ocurra con otros, pero no en el Barça vs. Real Madrid. No en la “era” Mourinho y el “Equipo Pep”.