Una vez más quedó demostrado que los playoff y la temporada regular de la NFL no se parecen en nada. ¿Quién hubiera pensado que los Green Bay Packers, los actuales campeones, el mejor equipo durante 16 partidos, caería en su primer y único duelo?
Repetir títulos en la NFL es cada vez más difícil y los Packers quizás pensaron que los 15 triunfos y las grandes palizas propinadas a casi todos sus rivales serían suficientes para intimidar a los New York Giants. El siempre frío terreno del “Lambeau Field” probó otra cosa. El triunfo por 37-20 de los Giants fue, sin dudas, el resultado más inesperado de las dos semanas de playoff de fútbol americano, en 2012.
Cuando quedaban solo dos semanas del calendario normal los Giants estaban perdidos. La derrota ante los Redskins los dejó con pocas esperanzas de avanzar; sin embargo, supieron ganar los desafíos imprescindibles. Primero aplastaron a los Cowboys en la fecha conclusiva y luego le pasaron por encima a los Falcons, por 24 a 2; pero los Packers parecían un escollo insuperable.
El equipo que lidera el mariscal Eli Manning jugó de forma impecable y en el cuarto final, cuando los Packers amenazaban con empatar, los Giants respondieron con 17 puntos para sellar el sorpresivo éxito. Esta selección ha jugado de forma similar a la que en 2008 arruinó la temporada perfecta de los Patriots y ganó el Súper Bowl. Ahora Manning “solo” necesita superar a los inspirados San Francisco 49ers.
BALTIMORE NO LUCE, PERO GANA
Los Baltimore Ravens ciertamente no impresionan por su ofensiva y Joe Flacco tal vez está sobrevalorado; pero a la hora de defender, la secundaria de los Ravens es de las mejores. Así que este equipo disputará la final de la Conferencia americana después de derrotar a los Houston Texans por 20-13.
Creo que hay que darle mucho crédito a los Texans. Nunca antes habían jugado un partido de playoff y luego de perder a sus dos mariscales titulares (Schaub y Leinart) realmente pocos pensaron que la franquicia rompería con su racha de años sin presencia en la postemporada. Además, el recibidor estrella, André Johnson, también quedó fuera por lesión. No obstante, el mariscal novato Yates hizo lo necesario y condujo a Houston a los playoff. La semana pasada arrasaron con los Bengals; pero la historia fue diferente con los Ravens.
La defensa se encargó de asegurar el triunfo de Baltimore y las tres intercepciones contra Yates fueron decisivas. El rival en la final será el súper favorito New England Patriots. Para que los Ravens puedan retornar al Súper Bowl, la tropa de Ray Lewis y Ed Reed tendrá que hacer maravillas antes las múltiples combinaciones ofensivas que maneja Tom Brady.
Mi Súper Bowl 2012: Patriots contra 49ers, el 5 de febrero, en Indianápolis.