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La suerte según José Mourinho

La fiesta estaba preparada e incluso la emblemática fuente de Cibeles, el sitio donde los fanáticos del Real Madrid celebran sus títulos, quedó rodeada de vallas, como medida de seguridad, ante el probable arribo de miles de personas. Hubo fuegos artificiales sobre la capital española después del gol más rápido en la historia del Clásico; aunque para concluir el festejo faltó un único elemento: la victoria madrileña.

Probablemente el duelo Barcelona vs. Real Madrid haya sido el desafío deportivo más visto del año. Los datos muestran una posible audiencia de casi 500 millones de telespectadores en todo el mundo; pero parece que no todos vieron o comprendieron de igual forma lo sucedido durante 90 minutos en el estadio “Santiago Bernabéu”. Para algunos fue otra demostración de la superioridad del Barça, un equipo capaz de sobreponerse a una inesperada desventaja inicial y mantener con vida sus posibilidades en la Liga española; sin embargo, de acuerdo con José Mourinho, lo que pasó sobre el césped fue “cuestión de suerte”.

El director técnico mejor pagado del mundo mostró un rostro diferente. Si en los duelos anteriores—menos en el 5-0, del Camp Nou, donde no tenía mucho que decir—intentó, por todos los medios posibles, aumentar una de las rivalidades más fuertes del fútbol, ahora quiso “aplacar el fuego”: esperó la salida de Guardiola del túnel de vestuario y le estrechó la mano; además, saludó a Tito Vilanova, el segundo entrenador del Barça.

Cuatro meses atrás, Mourinho le había introducido un dedo en el ojo a Vilanova, en el duelo de ida de la Súper Copa de España, así que el cambio de postura, con todas las cámaras siguiéndolo, realmente se agradece. No obstante, aquellos que esperaban escuchar al menos unas pequeñas críticas de Mourinho por el desempeño de sus jugadores o una autocrítica  por la forma en que preparó el juego, pues tendrán que esperar.

“Sin quitar mérito, la suerte ha sido un factor diferencial”, dijo el entrenador. Esa fue una de las ideas más replicadas por los medios deportivos españoles que resaltaron la presencia de Mou en la rueda de prensa, al final del desafío, porque “dio la cara”. En realidad, ¿qué otra cosa se podía esperar? ¿Qué enviara a Karanka nuevamente? Otros momentos de esa intervención también provocaron una amplia reacción en las redes sociales, especialmente cuando se refirió a la actuación de Cristiano Ronaldo.

El criterio de fanáticos y especialistas coincide: CR7 no ha sobresalido en los partidos más importantes frente al Barça. En Madrid siempre recordarán el gol del portugués ante los azulgranas, en la final de la Copa del Rey 2011—el único título en tres años—; sin embargo, en otros duelos ha estado perdido. En el “Bernabéu” tuvo dos opciones clarísimas y las desperdició. Mou salió en defensa de su coterráneo y luego, ante el tímido abucheo que recibió en el estadio, Iker Casillas reaccionó: “Cristiano nos da goles y títulos”.

Los “merengues” vivieron horas complicadas. Desde las páginas de Marca—el diario deportivo más leído en España—Alfredo di Stéfano envió un mensaje de aliento a los jugadores; mientras el multimillonario presidente del club, Florentino Pérez, bajó al vestuario para alentar a los alicaídos futbolistas. A pesar del revés, el Real Madrid pudiera mantenerse como líder de la Liga, así que nada parece perdido.

La noche del sábado 10 de diciembre iba a ser de fiesta en la capital española. Después de tanto tiempo de espera—el Barça ha ganado tres Ligas en línea—el Real Madrid finalmente podría soñar, gracias a por lo menos seis puntos de diferencia en la tabla de posiciones, con levantar otro trofeo; pero “la suerte”, según Mourinho, o el mejor fútbol de los culés, de acuerdo con no pocos en el mundo, alejó, aunque no hizo desaparecer, la esperanza. Esa noche, la Cibeles durmió en paz.

Publicado en Cubasí

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