Seis décadas atrás Buenos Aires acogió a la primera edición de los Juegos panamericanos, la cita más importante para el deporte en el continente; pero ¿qué sucedió antes de 1951? ¿Hubo consenso para organizar ese evento? ¿Qué ha pasado después?
La idea de reunir en una ciudad americana a los mejores atletas se remonta a la segunda década del siglo XX y comenzó, curiosamente, en Europa. El belga Henry Baillet Latour, quien en ese momento era el presidente del Comité olímpico internacional (COI), estaba convencido de la necesidad de crear certámenes múltiples, en diferentes regiones del mundo, para así aumentar la práctica deportiva.
Latour realizó un amplio recorrido exploratorio por diversas ciudades de América para motivar a los dirigentes deportivos sobre la posible organización de una gran competición atlética. Ya existía un precedente, porque en 1922 se había realizado en Brasil un evento llamado “Juegos deportivos sudamericanos”. Allí no hubo una importante asistencia de países; no obstante hoy esa cita está considerada como una de las precursoras de los actuales Panamericanos.
Durante la cita olímpica de París, en 1924, Latour aprovechó la presencia en la capital francesa de varios directivos latinoamericanos para intercambiar con ellos posibles iniciativas. En esa misma ciudad se realizó el Congreso deportivo centroamericano y se decidió que México sería la sede, en 1926, de los primeros Juegos centroamericanos. Era un importante primer paso; pero la idea de convocar a todo el continente todavía no había fructificado.
En las Olimpiadas de 1932 y 1936 el tema de los Panamericanos fue nuevamente abordado y aunque tampoco se llegó a una definición, al menos se logró aprobar la propuesta mexicana de constituir la Confederación deportiva de América. En 1937, durante la Exposición panamericana, en Texas, se reunieron atletas de nueve naciones y este certamen fue otro antecesor de los Panamericanos.
Finalmente, en 1940, en Buenos Aires, se desarrolló una conferencia a la que asistieron delegados de 16 países, entre ellos Cuba. Los dos acuerdos principales del encuentro fueron la creación del Comité deportivo panamericano— dirigido por quien años más tarde sería presidente del COI, el polémico norteamericano Avery Brundage— y la celebración, en 1942, en la capital argentina, de la primera edición de los Juegos panamericanos.
Sin embargo, la Segunda Guerra Mundial detuvo toda la actividad deportiva durante casi una década y parecía que el sueño de organizar los Panamericanos sucumbiría ante tantos contratiempos.
Durante la celebración de los Juegos Olímpicos de Londres, en 1948, volvieron a reunirse los delegados de América en su segundo Congreso. Allí confirmaron que Buenos Aires sería la sede de los Panamericanos e incluso fijaron la fecha: entre el 25 de febrero y el 8 de marzo de 1951.
La cita inaugural fue exitosa, en especial para los organizadores, porque Argentina ganó el evento por encima de Estados Unidos. Luego los estadounidenses eslabonaron una larga cadena de triunfos consecutivos que se extendió a nueve ediciones, hasta que en La Habana, en 1991, Cuba concluyó en el primer lugar, al lograr 140 títulos. Después los norteamericanos retomaron su posición cimera con triunfos en Mar del Plata, Winnipeg, Santo Domingo y Río de Janeiro.
La organización que rige a los Juegos cambió de nombre en 1955. En 1940 se había creado el Comité deportivo panamericano y quince años más tarde los delegados reunidos en otro Congreso formaron la Organización deportiva panamericana que sí incluía a todos los países del Caribe.
La ODEPA utiliza como emblema oficial una antorcha deportiva que atraviesa cinco círculos con los colores amarillo, verde, blanco, rojo y azul, los cuales figuran en las banderas de los países que intervienen en los Panamericanos. En el primer círculo del emblema puede leerse este lema: América, Espírito, Sport y Fraternité.
Hasta el momento la ODEPA ha tenido a seis presidentes. El primero de los titulares fue el norteamericano Brundage quien terminó su mandato en 1951. Luego vino el mexicano José de Jesús Clark Flores, con un primer período que se extendió hasta 1955. Posteriormente estuvo el también estadounidense Douglas F. Roby, sustituido por Clark hasta 1971.
Ante la muerte del mexicano ocupó el cargo, de manera provisional, el brasileño Sylvio Magalhaes Padilha, quien era el primer vicepresidente. El venezolano José Beracasa cubrió la máxima responsabilidad hasta 1975 y desde entonces ha estado como titular el mexicano Mario Vázquez Raña.
Además de Buenos Aires, otras 13 ciudades han acogido a los Juegos. Solo dos de ellas lograron repetir la experiencia: la primera fue Ciudad México en 1955 y 1975; mientras Winnipeg, en Canadá, organizó los encuentros de 1967 y 1999.
Por países, Estados Unidos lidera cómodamente el medallero panamericano y Cuba ocupa el segundo lugar de la tabla histórica, con 780 títulos y casi 1800 preseas.