Creo que nadie esperaba un triunfo del equipo cubano de baloncesto en el Preolímpico que se celebra en Argentina. No después de 12 años de alejamiento de ese torneo. Esto estaba claro desde un inicio; pero aunque las expectactivas fueran bajísimas, nadie debería sentirse bien con las tres apabullantes derrotas sufridas por la selección nacional. Ante República Dominicana la diferencia fue de 30 puntos; contra Venezuela de 37 y frente a Canadá, 22.
Todos son resultados bochornosos para el deporte cubano; no obstante, las justificaciones ya deben estar preparadas: nulo «fogueo» internacional, desinterés de algunos jugadores (¿dónde están Allen Jemmot y Andry Boffil?, porque me parece increíble que ahora Yoan Luis Haití sea el principal anotador del equipo); tampoco podemos olvidar algunas deserciones. Lo más triste de esto es que esas justificaciones son muy ciertas.
Los directivos abandonaron al baloncesto masculino por años y la brecha entre la selección nacional y sus rivales se fue ampliando…hasta 20, 30, 40 puntos y todavía falta el duelo contra Brasil. ¿Qué pasó en apenas una década? A finales del siglo XX Cuba competía, sin miedos, ante los mismos rivales del Preolímpico e incluso, en ocasiones, hubo victorias. Clasificamos al Mundial de Toronto, en 1994, ganamos el Centrobasquet en La Habana; pero esos tiempos parecen muy muy lejanos. Ojalá después de esta debacle haya algunos cambios y comencemos, poco a poco, a recuperar el camino. De lo contrario, crónicas pesimistas como estas seguirán apareciendo.
Vea además:
Resultados del Preolímpico de baloncesto, en Mar del Plata
Parecen nenes de kinder jugando con profesionales..es un bochorno colectivo….