Mejor…imposible. Cuando más lo necesitaba el equipo cubano de voleibol logró un triunfo espectacular por 3 sets a 0 sobre su némesis histórica, Italia y con este resultado alcanzó algo que, realmente, pocos esperábamos: clasificar a la gran final de la Liga Mundial 2011.
Era un partido de vida o muerte para los cubanos. Ya los azurris habían asegurado, dos días antes, el primer lugar del grupo D; pero Cuba tenía que ganar el desafío del adiós para culminar con récord de 8 y 4 y, además, el partido no podía extenderse al quinto set. Se escribe fácil…Entonces, las cosas comenzaron bien para los antillanos y en el primer set, en 27 minutos, triunfaron por 25-21. Luego fueron más convincentes en el 25-20 del segundo y en el tercero hubo más lucha; sin embargo, esta vez sí anotaron los puntos decisivos y el 27-25 le dio a Cuba un boleto a la ciudad polaca de Gsndk.
El hombre grande por Cuba en el encuentro fue…Henry Bell, sin dudas el mejor voleibolista de la selección en la Liga. Este puesto estaba destinado para el capitán, Wilfredo León; sin embargo, el joven talento no supo cumplir con este rol; aunque tampoco fue un desastre y en el cierre anotó 10 tantos, dos menos que el zurdo Fernando Hernández.
Un breve resumen: Cuba terminó con balance de 8 y 4, 23 puntos, con 26 sets ganados y 19 perdidos.
Vea además:
Tabla final de posiciones grupo D, Liga Mundial de voleibol
Buen partido..excelente condiciopn fisica de los cubanos
Saludos…la clasificación del equipo cubano de voleibol ha sido una de (pocas) buenas noticias para el deporte cubano en 2011. Realmente nunca pensé que lograrían avanzar, porque tuvieron que jugar sin 3 de sus regulares y el mejor hombre ofensivo fue nada menos que Henry Bell, un veterano que nunca antes había tenido tanto tiempo sobre la cancha y lució muy bien. ¿Qué pasará en la final, en Polonia? No creo que lleguen a las semifinales, pero no tienen nada que perder, así que, a diferencia de años anteriores, cuando sí eran favoritos para luchar por una medalla, ahora el equipo cubano pudiera volver a sorprender.