Rafael Nadal tiene una relación especial con París. En siete años solo ha perdido un partido allí y después del convincente triunfo sobre Roger Federer entró en el exclusivo club de los ganadores de 10 títulos en torneos Grand Slam y, además, igualó con el sueco Björn Borg como máximos triunfadores en el Roland Garros y el mallorquín solo tiene….25 años.
Quizás este haya sido el Roland Garros más complicado para Nadal. Es cierto que llegaba como el número uno del mundo; pero en los últimos seis meses había estado muy lejos de su mejor forma. A esto se agrega que el serbio Novak Djokovic era el principal favorito, pues no había perdido ni un solo partido desde la final de la Copa Davis, en 2010. Incluso, en los encuentros por el título en dos Másters 1000, en 2011, “Nolek” dispuso de Nadal.
Nadal comenzó muy flojo el Roland Garros 2011, con una reñidísima victoria en cinco sets; pero a partir de ese mal momento, el zurdo despertó y su juego fue creciendo en la misma medida en que dejaba a rivales en el camino. Creo que la final soñada era ante Nolek; pero se interpuso el suizo Roger Federer quien sorprendió a todos con su excelente desempeño en semifinales. Eso demostró que el mayor ganador de coronas de Grand Slam todavía tiene mucho tenis y su retiro, sin dudas, parece lejano.
Entonces llegamos a la final. En cuatro encuentros previos, la victoria siempre sonrió a Nadal; pero parecía que esa racha podría terminar porque Federer comenzó impetuoso el primer set y alcanzó una ventaja de 5 a 2. ¿Se confió demasiado? No me parece, sencillamente el mallorquín cambió su estrategia y tuvo resultados inmediatos: ganó 5 “games” consecutivos y se llevó el parcial por 7 a 5. En el segundo fue Federer el que remontó y llevó el duelo a tie-break. Nadal supo defenderse mejor y se colocó delante 2 a 0. La experiencia de Federer salió a relucir en el tercer set. El helvético no es de los que tira la toalla y vino de atrás (3-4) para triunfar por 7-5.
En ese momento del partido tal vez lo más lógico hubiera sido que en el cuarto set Federer tomara la iniciativa. No fue así, porque Nadal jugó muy preciso y con el 6-1 final, París vio coronarse, por sexta ocasión, al mejor jugador de todos los tiempos sobre la arcilla. ¿Exagerada conclusión? 6 títulos en el Roland Garros con apenas 25 años dicen, claramente, que a Rafael Nadal le quedan por vivir no pocas fiestas más en la capital francesa.