Diego Armando Maradona solo ha dirigido en su vida 48 partidos de fútbol. Desde el banquillo los resultados del Pelusa, en realidad, han sido pobres; pero su leyenda como jugador continúa atrayendo a fanáticos y patrocinadores. Estos fueron argumentos suficientes para que los directivos del club de Dubái, Al Wasl, contrataran al argentino por la asombrosa cifra de 12 millones de euros al año y así lo convirtieron en el segundo entrenador mejor pagado del mundo.
El mítico número 10 no encontraba trabajo. Después del fracaso de Argentina, en los cuartos de final de la Copa de Sudáfrica, ante Alemania, no pocos pidieron que Diego siguiera al frente de la albiceleste; pero entonces surgió una fuerte polémica entre el técnico, el manager de la selección, Carlos Salvador Bilardo y el presidente de la Asociación de fútbol argentina (AFA), Julio Grondona. Hubo muchas versiones sobre los desencuentros de esa relación tripartita y solo una cosa quedó clara: Maradona fue despedido, junto con su cuerpo técnico.
Durante varios meses diversos reportes de prensa asociaron a Diego con clubes en Inglaterra, como el Fulham y el Blackburn Rovers; aunque ninguno de esos contactos fructificó. Luego otras noticias situaron a Maradona al mando de algún equipo de la Liga argentina, en especial San Lorenzo, donde sustituiría a Ramón Díaz.
Las controversias persiguen a Diego por cualquier parte -él ayuda a esto- y algunos medios incluso especularon que la AFA, a través de Grondona, había presionado a los clubes locales para que no contrataran a Maradona. El tema molestó a los argentinos y el titular durante más de 30 años de la organización que rige el fútbol en el país sudamericano tuvo que acudir a la prensa, donde explicó: “bajo ningún punto de vista se puede pensar que yo le vaya a negar el trabajo a alguien”.
Lo cierto fue que Diego no encontró empleo en Argentina, quizás porque algunos clubes tuvieron miedo de posibles represalias nunca anunciadas por parte de la poderosa AFA o porque sabían que no podrían cumplir las fuertes exigencias económicas del Pelusa. En ese contexto apareció la opción del club de Dubái. Allí, con un calor que sobrepasa cada día los 40 grados Celsius, el fútbol es pasión y además de muchos fanáticos también abundan…los petrodólares.
El comercio de hidrocarburos y los ingresos por el turismo –con el único hotel 7 estrellas del mundo- les han posibilitado a los millonarios propietarios de los equipos de la desconocida Liga dubaití pagar cifras elevadas para atraer a jugadores que ya vieron pasar sus mejores momentos. Así ocurrió con el italiano Fabio Cannavaro quien, después de su salida del Real Madrid y la Juventus, decidió que valía la pena emplear los últimos años de su gran carrera en una selección mediocre, pero dispuesta a entregarle altas sumas de euros por sus servicios.
Con Maradona sucede algo parecido. Su llegada a Dubái aumentará los precios que cobra por publicidad el club. Diego es un ídolo en ese Emirato árabe y probablemente le perdonen hasta los malos resultados del equipo, mientras las gradas del estadio de Al Wasl se mantengan llenas y los fanáticos no se pierdan ni un solo movimiento del mediático hombre. El objetivo de la organización, fundada en 1960, es regresar a la Liga de campeones de Asia.
Resulta muy difícil entender que Maradona, gracias a sus 12 millones de euros, se haya convertido en el segundo entrenador que más dinero gana en un año. El primero es un amigo de Diego y también amante de declaraciones polémicas: José Mourinho quien recibe 13,5 millones de euros por su actividad al mando del Real Madrid.
En su brillante carrera como futbolista Maradona lo ganó casi todo sobre un terreno; pero desde el banquillo solo ha dirigido al más que modesto equipo Deportivo Mandiyú, en 1994, cuando cumplía la sanción impuesta por la FIFA después del dopaje en el Mundial de Estados Unidos. Más tarde, en 1995, comandó, por poco tiempo, al Racing de Avellaneda y su última incursión es la más recordada, aunque tampoco concluyó de la mejor forma: Alemania goleó a Argentina y la eliminó de la Copa sudafricana.
¿Qué ha pasado en el deporte para que Maradona obtenga mucho más dinero que Josep Guardiola, Alex Fergusson o Arsene Wenger? En el último lustro ningún otro técnico ha sido más triunfador que el catalán Guardiola. Su concepción del juego y el apoyo de geniales futbolistas, liderados por Lionel Messi, le han permitido al Barcelona vencer en todos los escenarios del más universal de los deportes; sin embargo, Pep recibe menos, 10,1 millones.
Mientras Sir Alex Fergusson, con casi tres décadas como director del Manchester United y 2045 partidos en el banquillo “solo” queda en 6,9 millones anuales, por los 6,6 de Wenger, del Arsenal inglés. La conclusión parece sencilla: es una cuestión de imagen y publicidad. El fútbol queda detrás. Tal vez lo más triste sea que esa realidad con Maradona puede apreciarse en todas las modalidades deportivas.
desde que la fifa se convirtio en el monstruo que es hace mas de medio siglo todo desde las ligas nacionales hasta el mismo mundial son arreglados y EUROPA es la prueba mas clara (que sepan engañar al mundo y distraerla es otra cosa) asi de que nos quejamos. PREFIERO VER A UN MARADONA CON ENTREGA AUTENTICA QUE UN HIPOCRITA GUARDIOLA CON TODO Y TODOS A SU FAVOR.