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Memorial Capablanca: una historia de cuatro décadas

Ivanchuk vuelve a ser favorito en La Habana
Ivanchuk vuelve a ser favorito en La Habana

El Memorial Capablanca es el torneo más importante que se juega en Latinoamérica. Este evento ya sobrepasa las cuatro décadas de existencia y en él han intervenido varios campeones mundial, aunque muchos de estos genios del llamado juego ciencia no pudieron salir airosos de sus aventuras en Cuba.

El primer Memorial Capablanca comenzó a prepararse desde finales de 1961. El trabajo, como podemos imaginar, fue intenso ya que no existía en Cuba una tradición y los organizadores incluso se entrevistaron con el presidente de la Federación Internacional, Folke Roggard quien ofreció su apoyo. La selección de los representantes cubanos a la cita inicial también fue compleja ya que se jugó un torneo en el que participaron los mejores ajedrecistas del país y de ahí salieron los otros cuatro hombres que acompañaron al titular nacional, Eleazar Jiménez.

Entre los invitados del primer Memorial, que comenzó en abril de 1962, en los salones del hotel Habana Libre, estuvieron dos campeones mundiales soviéticos: Vassily Smislov, monarca en 1957, y Boris Spassky quien llegaría a lo más alto del universo ajedrecístico en 1969, después de vencer a Mijaíl Tal.

Por Cuba, a Eleazar Jiménez se unieron Eldis Cobo, Gilberto García, Juan González, Rogelio Ortega y Marcelino Sieiro. De ellos Cobo fue el más destacado, al concluir en la duodécima posición, con 10 puntos.

Para sorpresa de muchos, ninguno de los tres representantes soviéticos pudo con el polaco nacionalizado argentino Miguel Najdorf quien con 16,5 puntos de 21 posibles entró en la historia como el primer monarca del Capablanca.
Un año después, en la segunda edición, continuó la mala suerte de los monarcas universales, pues Mijaíl Tal, recordado como el Genio de Riga, tampoco pudo lograr el título y terminó en la cuarta posición, a medio punto de otro de los grandes: Víctor Korchnoi.

La suerte de los campeones cambió en 1965 cuando Vassily Smislov ganó sin grandes complicaciones la cuarta versión del Capablanca y repitió su triunfo años después, en 1973.

Sin dudas uno de los Memoriales más interesantes fue el de 1965. En aquel torneo, ganado por Smislov, sobresalió la presencia virtual del norteamericano Bobby Fischer quien llegaría a ser campeón mundial en 1972.

Los organizadores decidieron invitar a Fischer para la cuarta edición, en 1965 y el controvertido jugador estuvo de acuerdo en venir, quizás porque la nómina del Capablanca lucía fuerte, con la presencia de importantes jugadores como Smislov, Efim Gueller y el yugoslavo Ivkov.

Todo parecía arreglado, pero a última hora el Departamento de Estado le negó el permiso de viaje a Bobby; sin embargo, el jugador y el comité organizador llegaron a un acuerdo sui géneris: Fischer jugaría el evento… a través del teletipo, desde Nueva York. Nunca antes en la historia se había producido un hecho similar y ciertamente fue complicado el proceso porque las telecomunicaciones en 1965 distaban mucho de la rapidez con que se realizan en la actualidad.

No obstante, antes de iniciarse el torneo Fischer estuvo a punto de retirarse; aunque el incidente quedó solucionado y finalmente el 25 de agosto de 1965, a las 3 de la tarde, comenzó el cuarto Memorial Capablanca. La partida más esperada de la fecha era la de Fischer contra el alemán Heinz Lechman; pero las dificultades tecnológicas retrasaron el inicio del duelo y solo cinco horas después, cerca de las ocho de la noche, Lechman hizo su jugada con blancas y esta fue transmitida por el teletipo hasta el “Marschall Chess Club” de Nueva York donde la recibió Fischer y respondió minutos más tarde. Las negras plantearon una defensa Siciliana.

El encuentro entre Fischer y Lechman terminó a las 3 de la madrugada del día siguiente, es decir, el 26 de agosto y Fischer mereció el triunfo.

Así, noche tras noche, Fischer enfrentó a 21 rivales. Las partidas duraron entre 5 y 7 horas, por lo que la paciencia de sus oponentes también se puso a prueba. El Capablanca de 1965 se extendió todo un mes, hasta el 25 de septiembre y Bobby totalizó 15 unidades, gracias a sus 12 éxitos, 6 tablas y 3 derrotas. Con los 15 puntos Fischer finalizó en el cuarto lugar por el sistema de desempate y entre todas sus partidas de seguro la más recordada fue la que le ganó a Smislov.

El Memorial Capablanca fue un gran éxito y sin dudas la excelente organización y disposición del país resultó fundamental para que en 1966 la Federación Internacional le otorgara a La Habana la sede de la decimoséptima Olimpiada Mundial. En ella sí estuvo Bobby Fischer, como primer tablero de Estados Unidos.

Después de 1973, cuando Vasily Smislov ganó el décimo Capablanca, ningún otro campeón mundial ha vuelto a jugar en el Memorial. Durante años el torneo solo contó con un grupo y existía un único titular; pero ante la cantidad de interesados y su diferencia de calidad, se hizo necesario incluir otros grupos a partir de 1983. Estos recibieron diferentes denominaciones, así, por ejemplo, hemos tenido grupos Elite, Premier, Maestros y Mixtos.

Una rápida revisión por los jugadores que han ganado el Capablanca permite apreciar que por casi dos décadas (setenta-ochenta) los extranjeros dominaron el torneo y solo en 1980 un cubano alcanzó el trofeo de campeón. Ese honor le correspondió al desaparecido Gran Maestro villaclareño Guillermo García quien triunfó en el grupo Premier I del Memorial desarrollado en Cienfuegos. Antes de continuar con aquel Capablanca debemos recordar que la sede del evento fue La Habana desde 1962 hasta 1972; pero en 1973 las acciones se trasladaron hasta Cienfuegos y en la llamada “Perla del Sur” se jugaron once ediciones consecutivas, entre ellas la que ganó Guillermito García, en 1980, con 9,5 unidades de 13 posibles.

Luego el Memorial retornó a La Habana, aunque otras provincias del país, como Holguín, Matanzas y Camagüey también han acogido, en algún momento, al evento.

En la década de los noventa, la crisis económica que vivió Cuba casi termina con el Memorial Capablanca; no obstante, el torneo se mantuvo y aunque la calidad quizás disminuyó un poco porque dejaron de asistir jugadores de la Unión Soviética y del campo socialista, lo cierto es que el Memorial nunca fue suspendido.

Más de cuatro décadas han pasado desde que el argentino Miguel Najdorf levantó la copa del primer Memorial Capablanca. Hoy el torneo mantiene su prestigio y un recorrido por las nóminas de los últimos años permite concluir que ha aumentado su nivel y por los diferentes salones de hoteles habaneros, como el Riviera, el Meliá Cohíba, el Neptuno-Tritón y el Panamericano, han pasado importantes jugadores, incluso algunos de la elite mundial como el ucraniano Vassily Ivanchuk (cuatro veces campeón). Esto se ha logrado, a diferencia de otros eventos que se celebran en el mundo, sin un gran presupuesto.

Últimos campeones del grupo principal del Memorial Capablanca

Año Campeón Nacionalidad
2000 Anthony Miles Gran Bretaña
2001 Francisco Vallejo España
2002 Lázaro Bruzón Cuba
2003 Julio E. Granda Perú
2004 Leinier Domínguez Cuba
2005 Vassily Ivanchuk Ucrania
2006 Vassily Ivanchuk Ucrania
2007 Vassily Ivanchuk Ucrania
2008 Leinier Domínguez Cuba
2009 Leinier Domínguez Cuba
2010 Vassily Ivanchuk Ucrania

Descargue las partidas del grupo Elite del Capablanca 2009
Descargue las partidas del grupo Elite del Capablanca 2010

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