Pensé que la “maldición de los Tigres de Ciego de Ávila” había terminado, después de su espectacular éxito inicial ante Villa Clara en el play off de la 50 Serie Nacional. Pero escribo con placer que realmente yo estaba equivocado. La “maldición” indica que, año tras año, los avileños ganarán más que nadie, terminarán en las primeras posiciones colectivas en el bateo, la defensa y también en el pitcheo; sin embargo, en la postemporada, como por arte de magia, emergerá un “nuevo equipo”, incapaz de derrotar a su némesis: Villa Clara.
Los avileños supieron venir de atrás y ganaron el partido inicial por 5 a 3; luego estuvieron delante 2 carreras a 0, al día siguiente y en ese momento recordaron quiénes eran y terminó el bateo oportuno y también el pitcheo eficaz. Todo esto fue aprovechado por un muy habilidoso equipo villaclareño, que no se parece al del año anterior, sobre todo por el pobre bateo; pero la “garra naranja” persiste.
En el tercer juego de la serie, el director avileño Roger Machado envió a su mejor lanzador, el veloz Vladimir García; sin embargo, una vez más, ante los villaclareños, García intentó cruzar con una recta que esta vez ni siquiera se acercó a las 95 millas y los bateadores centrales aprovecharon todas las oportunidades para darle a su abridor, el zurdo Misael Siverio—brillante durante ocho innings— una ventaja que resultó decisiva. En el final el director Eduardo Martín Saura demoró en sacar a Siverio; pero el cerrador Diosdani Castillo vino con mucho control y preservó la victoria local, con tres espectaculares ponches de forma consecutiva.
El segundo triunfo de Villa Clara parece el comienzo del fin para Ciego de Ávila. En el estadio “Sandino”, los villaclareños son muy difíciles de derrotar y quizás la serie no regrese al “José Ramón Cepero”.
BATES SUELTOS EN GUANTÁNAMO
Antes de que se hiciera el primer lanzamiento muchos pronosticamos que el play off entre Guantánamo y Granma tendría al bateo como principal protagonista. En el primer desafío hubo varios cuadrangulares y un amplio marcador (9-6); después increíblemente dominó el pitcheo; sin embargo, los tan esperados batazos no demoraron más en aparecer y el tercer enfrentamiento tuvo un marcador espantoso: 15 a 12. Creo que este ha sido el peor de los juegos de la postemporada de la 50 Serie Nacional. Hubo un enorme número de pelotazos, múltiples cambios de lanzadores, pésima defensiva por ambos equipos y muchos jonrones, 8 en total, una cifra que iguala un récord para play offs en la pelota cubana.
El triunfo como visitante es muy significativo para Granma. Los “Alazanes” comenzaron con una derrota desmoralizante (Gran Slam en el noveno inning); pero sus bateadores “recordaron” que no por gusto impusieron una marca de cuadrangulares para una temporada, al llevar 147 pelotas más allá de las cercas.