Tiger Woods continúa ocupando titulares y aunque no ha ganado un torneo en varios meses y las declaraciones de amantes—supuestas o reales—parecen interesar más que sus actuaciones recientes en eventos, el todavía reconocido como mejor golfista del mundo es el deportista que más dinero gana, publicó la revista Sports Illustrated.
¿Cómo es posible que un hombre envuelto en un enorme escándalo, que lleva un largo tiempo sin levantar un trofeo, siga ingresando millones a su cuenta bancaria? Por séptimo año consecutivo la prestigiosa revista lo colocó en la cima de su lista; aunque los ingresos de Tiger descendieron en un 10% con relación a 2009 y en un 40% si se comparan con los de 2008.
A pesar de la “mala publicidad”, Woods recaudó en 2009 nada menos que 90,5 millones de dólares; pero de esa abultada cifra, solo 20,5 provinieron del golf, ahora un deporte olímpico, por obra, gracia e interés de miembros influyentes del Comité olímpico internacional. Los otros 70 millones fueron aportados por las marcas que patrocinan a Tiger, entre ellas Nike y Electronic Arts, la empresa que creó un exitoso videojuego con Woods como protagonista.
Para los que todavía albergan dudas sobre el dinero que mueve uno de los deportes más elitistas del mundo, los números de Sports Illustrated indican que el segundo atleta norteamericano que más dólares obtuvo no fue Kobe Bryant, LeBron James, CC Sabathia, Alex Rodríguez o una estrella de la NFL, sino otro golfista: Phil Mickelson, con 61,8.
La “clasificación” de millonarios no-estadounidenses colocó en el primer lugar al tenista suizo Roger Federer, el hombre que más torneos de Grand Slam ha ganado en la historia (16). Su fortuna creció en los últimos meses en 61 millones, muy por delante de algunos de los rostros más visibles del fútbol.
David Beckham no pudo alinear con la selección inglesa en el Mundial de Sudáfrica—probablemente sus compañeros lo hayan extrañado, ya que sin él el equipo tuvo un rendimiento mediocre—; aunque sí estuvo en el banco, muy cerca de Fabio Capello y no por gusto fue una de las figuras invitadas por los organizadores. Su figura, tatuajes, su unión con Victoria interesan y mucho a cierto tipo de prensa y también a las compañías que lo patrocinan. Solo así se explica que la estrella de Los Ángeles Galaxy haya ingresado 40,5 millones de dólares.
Durante dos años Beckham encabezó el listado de los atletas mejor pagados—sin contar a los norteamericanos—; pero fue superado por el número uno del universo futbolístico: Lionel Messi. El argentino mantiene la deuda con su país y parece que ni sus más empedernidos defensores persisten en la idea de compararlo con Diego Armando Maradona. A Messi le falta ayudar a incorporar una estrella en el uniforme albiceleste; sin embargo, sus goles han sido fundamentales para que a las vitrinas del Barcelona F.C hayan llegado siete trofeos en las últimas dos temporadas.
Sin el carisma y la excentricidad de Beckham, Lío atrae a los anunciantes quienes le pagaron cuatro veces más que el club catalán y eso le reportó 44 millones en solo 12 meses.
En el cuarto puesto aparece otro gran artista, más fuera que dentro de los terrenos de fútbol: Cristiano Ronaldo. Su único gol en Sudáfrica fue obra de la casualidad y de la pésima defensa norcoreana, además, cuando más lo necesitaba su selección, el jugador del Real Madrid apenas inquietó a la defensa española; pero CR9 —como lo publicitan en el país de los actuales campeones del orbe— es una máquina de hacer dinero y los 40 millones que adicionó a su abultada cuenta demuestran que en el deporte existen otras cosas más importantes que triunfar en una cancha.
La predilección de las compañías parece centrarse en deportes como el fútbol, golf, tenis o la fórmula uno. En la investigación de Sports Illustrated únicamente aparecieron dos peloteros no estadounidenses: el japonés Ichiro Suzuki, un ídolo en su país, y el venezolano Miguel Cabrera. El llamado “Tigre de Aragua” declaró que había dejado atrás sus problemas con el alcohol y que la estabilidad lograda en su hogar lo había conducido a tener una espectacular temporada. En Detroit quieren creerle y por eso Cabrera aumentó en 20,2 millones su fortuna.
Una tendencia muy interesante y que prueba la persistencia de la discriminación de género en el deporte es que entre los 20 primeros nombres de la lista, solo se incluyó a una mujer: la tenista rusa María Sharapova, una de las figuras más publicitadas, no precisamente por su juego en las canchas.
Los ríos color dinero continúan fluyendo para los atletas más comerciales que no siempre son los más exitosos. A pesar de tormentas por las crisis económicas, esos “ríos” no han perdido su rumbo. Quizás han sufrido algún desvío, pero su existencia nos recuerda que para no pocos el deporte que practican es solo un medio para obtener el gran objetivo que, lamentablemente, parece acercarse cada vez más a los billetes de una amplia gama de colores.
Publicado en Cubasí