De acuerdo, en Latinoamérica casi nadie habla de este deporte. Es la “cenicienta” de las ligas profesionales en Estados Unidos. Atrae a menos fanáticos a las arenas, recibe una cobertura mediática menor; pero, en realidad, las políticas de la NHL deberían estudiarse con más detenimiento porque hay cosas interesantes en ellas.
Por ejemplo, no creo que a los dueños de equipos de la MLB o NBA se les ocurriría detener su campeonato regular por unos Juegos Olímpicos; sin embargo, la NHL lo hizo este año y las principales estrellas, casi sin excepción, estuvieron en Vancouver para disputar la corona olímpica que fue ganada por Canadá, sin dudas la principal potencia del hockey sobre hielo en el mundo.
Acepto que aquí hubo circunstancias especiales. Desde que la liga aceptó que sus jugadores participaran en las citas invernales nunca antes una Olimpiada se había efectuado en una ciudad que es un gran mercado para el hockey, pues allí juegan los Vancouver Canucks que lograron ganar su división de la Conferencia Oeste y luego cayeron en la segunda ronda frente a los campeones Blackhawks. Entonces, es fácil comprender que la NHL tenía un especial interés en que los Juegos alcanzaran un gran éxito…comercial.
Todo parece indicar que lo fueron, sobre todo porque los locales pudieron vencer a sus grandes rivales: Estados Unidos. Aunque luego los Canucks perdieron en los play offs. Por cierto, muy interesante el dilema que se generó con el nombre de la arena de Vancouver, pues el Comité olímpico internacional prohíbe que los estadios donde se desarrollen sus competencias tengan nombres que promocionen una marca, así que durante unos días el GM Arena pasó a ser “Canada Hockey Place”.
Escribo esto mientras observo por la televisión la repetición del último partido de la final de la Stanley Cup entre los Chicago Blackhawks y los Philadelphia Flyers. Quizás haya estrategias de juego que escapen a mi entendimiento; pero no creo que nadie pudiera escribir que es una modalidad “aburrida”.
Finalmente, como ya se sabe, Chicago ganó el título para una ciudad ávida de campeonatos, con los Bulls y Medias Blancas como los últimos monarcas que tuvieron un desfile allí. El resumen transmitido me permitió entrar en contactos con varios de los puntos más llamativos de la campaña 2009-10 de la NHL.
Una de las estrategias más curiosas y mejor pensadas de la NHL ha sido llevar este deporte a uno de los sitios donde más se practica y sigue: Europa. En el llamado Viejo continente comenzaron la temporada cuatro equipo que desarollaron dos partidos: Chicago, San Luis, Florida y Detroit. La MLB ha intentado algo similar con Japón; pero ha habido intermitencias y, como sucede habitualmente, han olvidado a Latinoamérica.
De vuelta en la campaña, la gran sorpresa la protagonizó el equipo Washington Capitals. Ellos ganaron el “Trofeo del presidente”, pues fueron la selección que más puntos alcanzó en la Liga, con 121; sin embargo, cayeron en la primera vuelta de los play offs, nada menos que ante el clasificado número ocho, Montreal Canadiens. Los resultados llamativos continuaron y uno que estará en la historia por siempre será la increíble remontada de los Flyers ante Boston Bruins. Los de Philadelphia llegaron a estar debajo 0-3 en la serie. Lograron empatarla y para hacer aún mayor su hazaña en el séptimo juego iban detrás 0-3 en el marcador; pero pudieron darle vuelta a la pizarra. Dudo mucho que algo similar vuelva a repetirse, en cualquier deporte.
Entre las individualidades, sobresalió el jugador de los Canucks, el sueco Henrik Sedin (quien tiene un hermano gemelo en el mismo equipo), con 29 goles y 82 asistencias, por lo que fue el máximo acaparador de puntos, con 112; aunque luego las cosas no salieron bien en la postemporada.
Al igual que en otras ligas, hubo problemas económicos, no obstante, el tope salarial de los equipos aumentó en 100 mil dólares en relación con el año anterior y los Phoenix Coyotes merecieron el aplauso, pues la selección avanzó a los play offs después de estar inmensa en una gran incertidumbre financiera e, incluso, se pensó en una posible relocalización de la franquicia. Nada de esto sucedió y los Coyotes avanzaron en la cuarta plaza del Oeste; sin embargo, allí cedieron ante los siempre favoritos Detroit Redwings.