¿Qué les parece el título de este post? No recuerdo una segunda serie de play offs más aburrida que la de la actual temporada de la NBA. No solo por las tres barridas, sino porque las diferencias de puntuación entre los equipos fueron muy notables.
Creo que la mayor sorpresa ocurrió en el duelo de Los Ángeles Lakers vs. Utah Jazz. Mi asombro no viene por el equipo ganador, pues muy pocos consideraron a los Jazz como favoritos, sino por la barrida de los actuales campeones.
El equipo que dirige desde hace décadas Jerry Sloan no había caído sin al menos ganar un partido desde ¡1989! Tal vez el destino de la serie se decidió en el primer encuentro cuando los Jazz tuvieron grandes oportunidades que desperdiciaron; también en el tercer partido, en el que cedieron por solo un punto. Ya en el cuarto desafío Utah jugó tan mal que merecieron perder por un mayor margen.
Los Lakers tendrán en Los Suns (muy ingeniosa la forma de protestar del equipo ante la Ley antiinmigrantes de Arizona) a un fortísimo rival y no sería arriesgado decir que el duelo podría extenderse hasta el sexto o séptimo partido. El equipo liderado por Stoudemaire y Steve Nash aplastó a los Spurs y ya con esto sería suficiente para considerarlos serios candidatos para representar a la Conferencia Oeste en la gran final de la NBA.
Del otro lado, la serie play off entre Orlando y Atlanta pasó a la historia como la más desproporcionada de todos los tiempos. Los Hawks lucieron terriblemente mal y perdieron los cuatro desafíos por un margen promedio de ¡25,3 puntos! Esto es decepcionante y los Magics no tuvieron que esforzarse mucho para barrer, por segundo año consecutivo, al equipo que culminó muy cerca de ellos en la división sureste.
Por lo menos Cleveland y Boston lucharon más. LeBron James (¿a media máquina por la lesión en el codo?) estuvo muy intermitente y para el olvido quedó el quinto juego; mientras, del otro lado, el base Rajon Rondo opacó a todos en el cuarto desafío. Los 29 tantos, 18 rebotes y 13 asistencias del cuarto partido le posibilitaron a Rondo ingresar en los libros de récords, pues solo otros dos hombres habían logrado estos números en un juego de play off: Oscar Robertson (1963) y Wilt Chamberlain (1967).
Después de las dos primeras series, cada vez parece más posible que se repita la final de 2009 entre Lakers y Magics. ¿La última vez que ocurrió esto? En 1998 cuando los Jazz intentaron vencer a los Bulls por segunda ocasión consecutiva; pero Michael Jordan estaba en uno de los mejores momentos de su carrera y ni Karl Malone ni John Stockton detuvieron a su Majestad del aire.