Lo supe un poco antes de que los medios de comunicación lo hicieran público. Una amiga avileña me envió un mensaje a través de mi cuenta en Facebook con el lead de la lamentable noticia. La muerte del joven jugador de baloncesto Reinaldo Pausa Paz, quien defendía los colores de los Búfalos de Ciego de Ávila en la Liga Superior, ha sido el hecho más triste para el deporte cubano en 2010. Al igual que ha sucedido con tantos otros, fue un accidente automovilístico en el que también estuvieron involucrados varios atletas avileños, entre ellos el capitán del equipo, Yudnier Pérez quien recibió heridas en la frente y el hombro; aunque ninguna de gravedad.
El nombre de Reinaldo Pausa (de 23 años) se agrega a una lista de deportistas cubanos fallecidos en accidentes. Esta lista ha ido creciendo con el tiempo: en el béisbol están José Antonio Huelga, Santiago “Changa” Mederos, Miguel Caldés, Frank Tamayo; en el boxeo, el gran Roberto Balado y en el ciclismo por siempre se recordará a Sergio “Pipián” Martínez quien en 1979, durante 27 días, luchó en el hospital contra la muerte, después de sufrir un accidente en su moto; pero el “rey de las carreteras cubanas” perdió esa última carrera.
Hace algún tiempo—en 2006— escribí en mi columna semanal, en el portal Cubasí, un artículo dedicado a las muertes en el deporte que les propongo a continuación porque aporta datos sobre otras tristes historias:
“La muerte acecha al deporte” (noviembre, 2006)
Ante el estupor de sus compañeros, Marc Vivien Foe cayó al suelo, víctima de un mortal ataque cardíaco; Ken Caminiti sucumbió de una sobredosis de cocaína; Florence Griffith falleció por una extraña enfermedad. La muerte no es ajena al deporte; entonces ¿de qué mueren los atletas?
Si analizamos los ejemplos a lo largo de la historia, pudiéramos llegar a la conclusión que las muertes en el deporte pueden ocurrir por tres causas principales: traumatismos graves, de forma súbita o por las secuelas del abuso de sustancias prohibidas.
Los casos fatales encima de cuadriláteros o pistas de carreras han marcado al deporte. Una de las primeras víctimas fue un boxeador cubano: Benny “Kid” Paret. El 24 de marzo de 1962 Paret enfrentó en el Madison Square Garden de Nueva York al peleador Emile Griffith por el título mundial de los pesos welter.
En el round 12 de la pelea, Griffith desató un fuerte ataque de 18 golpes seguidos que dejaron a Paret contra las cuerdas, sin defensa. El cubano cayó en coma y murió diez días después. El árbitro Ruby Goldstein fue acusado varias veces por no detener a tiempo la pelea cuando Paret se mostró indefenso.
Otra de las víctimas fue el corredor de Fórmula 1, el brasileño Ayrton Senna, quien logró tres veces el título del mundo y dos subcampeonatos. El 1 de mayo de 1994, durante la disputa del Gran Premio de San Marino, Senna tomó mal una curva y estrelló su auto a casi 300 km/h.
El brasileño quedó inconsciente y recibió serias heridas en su cráneo. Luego fue trasladado al hospital, donde permaneció en coma; pero falleció poco tiempo después.
La muerte en el deporte también ha llegado de forma súbita. Ese fue el caso del futbolista camerunés Marc Vivie Foe. El 26 de junio de 2003, mientras Camerún y Colombia se enfrentaban por la semifinal de la Copa Confederaciones de fútbol, Foe se derrumbó súbitamente en el centro del terreno de juego y esto obligó al árbitro Markus Merk a suspender el partido.
Aunque recibió atención médica inmediata, Foe ya estaba muerto cuando abandonó el terreno. En la autopsia se descubrió que su muerte fue causada por un ataque cardíaco. Los estudios realizados a su cuerpo no mostraron rastro de drogas en su sistema.
El prematuro fallecimiento de varios deportistas de primer nivel, sospechosos de haber utilizado alguna vez sustancias prohibidas, ha provocado que el tema del dopaje en el deporte sea cada día más investigado por los científicos para determinar, con mayor exactitud, cuán dañino pueden ser los esteroides.
El caso más extraño fue el de Florence Griffith Joyner. Sus dos récords mundiales en 100 y 200 metros asombraron al mundo. En los campeonatos nacionales de Estados Unidos marcó 10,49 en los 100 metros planos y meses más tardes, durante la Olimpiada de Seúl en 1988, cronometró 21,34 en los 200 metros. Las dos marcas tienen ya 18 años y ninguna mujer ha logrado acercarse ni siquiera a 10 segundos de Griffith.
Después de terminada la Olimpiada, con 28 años y en lo más alto de su carrera, inexplicablemente Griffith decidió retirarse del atletismo. Su fuerte musculatura y los impresionantes registros en las pistas fueron siempre señalados como claras pruebas del uso de esteroides. En 1998, Grifftih murió de una apoplejía cerebral. Tenía solo 38 años.
De nuevo surgieron las sospechas sobre ella. Muchos llegaron a asegurar que las secuelas dejadas por los esteroides terminaron con la vida de una mujer que marcó una época en el atletismo.
Las drogas fueron el principal rival del tercera base de los Padres de San Diego, Ken Caminiti, nombrado el Jugador Más Valioso de la Liga Nacional en la temporada de 1996. Cinco años más tarde, Caminiti admitió haber utilizado esteroides durante toda su carrera.
En octubre de 2004, la policía de Nueva York encontró en una habitación el cuerpo sin vida de Caminiti. Las investigaciones demostraron que la causa de su muerte fue una sobredosis de cocaína, aunque el jugador estaba muy mal de salud. El abuso de los esteroides por un largo período de tiempo le provocaron serios problemas en el corazón. La sobredosis marcó su final; pero mucho antes ya Caminiti había terminado con su vida.
Otro caso fatal fue el del ciclista italiano Marco Pantani. En 1998 Pantani, un especialista de la montaña, obtuvo el título del evento más importante del ciclismo de ruta: el Tour de Francia. Sin embargo, el éxito no le sonreiría por mucho tiempo al italiano ya que en 1999 su carrera fue afectada por el dopaje.
Pantani fue suspendido por la Unión Ciclística Internacional (UCI) y nunca pudo sobreponerse. En febrero de 2004 la policía lo encontró muerto en su habitación. Cerca de su cama había varias cajas de antidepresivos que llevaron a los investigadores a concluir que fue un suicidio; aunque sobre la muerte de Pantani han surgido diversas y contradictorias versiones.
Los ejemplos, lamentablemente, no terminan aquí. La desmedida comercialización, entre otros motivos, ha propiciado que muchos vean a los esteroides como su solución a corto plazo y no saben, o no quieren saber, que al utilizarlos pueden estar firmando su propia hoja de defunción. La muerte también asedia a los deportistas, compite contra ellos y, a veces, resulta la ganadora.
Hola:de nuevo con usted,un caso rarisimo fue el de la
atacadora central Flora Hayman que en un partido de volly en Japon en plena competencia se desplomo y fallecio alli mismo era una jugadora carismatica y las veces que estuvo en Cuba se le dio buena acojida ella
pertenecio al equipo que mejor jugadoras tenia en
volly por que ellos juegan cuando quieren no los obligan,ella como decia estuvo muchas veces en nuestro pais,pienso que ha sido el mejor equipo que ellos han tenido,pero ni hablar en aquella epoca estaban Mercedes(mamita)Perez,Mercedes Pomares y Nelly Barnet en el tope de sus carreras o sea prohibidas,eran fieras.
Ah y se me olvidaba un accidente tuvo en Matanzas Aurelio Janet campeon de jabalina,despues de llegar de los juegos olimpicos de Mexico;un trauma para la velocista Aurelia(yeya) Penton que estaba en la carretera con el.
Realmente ha sido muy lamentable, no solo por la edad que tenia mi hermano al morir, sino porque era una persona extraordinaria, tuve la dicha de verlo nacer, crecer y vivir a su lado por 23 años. Era una persona de gran corazon. Ha sido una perdida muy grande. Mi hermano un beso bien grande. Te queremos.