Después de muchísimas especulaciones, finalmente los que seguimos al béisbol en Cuba supimos, de forma oficial, que la 49 edición de la Serie Nacional de pelota mantendrá la misma estructura que adoptó desde 1998.
Esa decisión me parece la más correcta. Unos días antes, un viejo amigo me había escrito un correo electrónico donde me comentaba que ya casi estaba segura una profunda reestructuración de la Serie y confieso que aquello me alarmó. ¿Por qué nos aferramos a la idea que “identifica” a los problemas de la pelota cubana con la estructura del campeonato?
Creo y defiendo los 90 partidos de la Serie y los playoffs ya que así se mantienen los récords y cada equipo celebra los mismos seis juegos contra cada uno de sus rivales. Las dificultades no están allí. No es por la “estructura” que no hemos ganado un título internacional importante en los últimos tiempos.
Estas fueron algunas de las noticias dadas a conocer y que sí afectan a nuestro béisbol:
Número uno: No habrá Liga de Desarrollo, el evento que se efectuaba de forma paralela a la Serie y que permitía a los peloteros más jóvenes “subir” y “bajar” a los equipos principales, de acuerdo con su rendimiento. Por supuesto que es una copia del sistema de Triple A que impera en las Grandes Ligas norteamericanas; pero allí ha dado excelentes resultados, entonces ¿cuáles son las dudas al repetir el esquema aquí?
Las causas de la no celebración de la Liga de Desarrollo parecen ser económicas y es cierto que la crisis se hace sentir y con mucha fuerza en nuestras casas y claro que en el deporte cubano. Es cierto también que los resultados de esta Liga no fueron los mejores; sin embargo, la culpa podríamos colocarla en aquellos que dirigen—y no lo hacen bien—a este torneo. A pesar de la real crisis, cualquier recurso que se invierta para mejorar a la pasión nacional, me parece insuficiente.
Si no desarrollamos a los más jóvenes, ¿cómo podremos aspirar a elevar el nivel del béisbol? En mi opinión, la Liga de Desarrollo era imprescindible.
Segundo elemento: Se anunció que se reajustará la “zona de strike” a los estándares internacional. ¡Increíble! ¿¿Ahora?? Demasiadas preguntas pasaron por mi mente cuando leí esto en la publicación digital Jit. ¿Por qué tuvimos que esperar tanto tiempo?
Tercer elemento: Las luces en los estadios. Con asombro y con dolor leo que el estadio Latinoamericano, el Coloso del Cerro, la instalación más famosa de Cuba, “vive reparaciones en parte de las bases de soporte del alumbrado, sin que se tenga fecha precisa de conclusión”. Mientras no se concrete la “reparación”, pues la selección de Industriales jugará sus partidos en horas de la tarde.
Realmente no entiendo cómo pudo pasar esto. ¿No se sabía que las luces no estaban en buenas condiciones? ¿Por qué esperar la cercanía de la Serie para comenzar la reparación? No olvidemos que Industriales ni siquiera clasificó a la postemporada de la anterior Serie, por lo que en el Latino no se jugaba béisbol desde mayo. Una vez más, seguramente, vuelven los problemas económicos, pero una vez más me digo que cualquier inversión en la pelota no debiera pensarse tanto.
Ya todos sabíamos que varios equipos tendrían una gran renovación (desde Pinar del Río, Camagüey y Santiago de Cuba), que el número de novatos presentes en la Serie sería el mayor de la historia y que los partidos, en lugar de comenzar a las ocho, se iniciarían a las 7 de la noche.
En 2010 los compromisos del béisbol cubano en competencias internacionales lucen muy pocos: apenas dos eventos, los Centroamericanos en Mayagüez, Puerto Rico y una Copa Intercontinental que no tiene sede, ni fecha definida y esto no me extraña, ya que imagino no existan muchos patrocinadores interesados en aportar dinero en un torneo en el que no jugarán los mejores peloteos profesionales, ni tampoco el béisbol es ya un deporte olímpico.
Quizás el 2010 sea una excelente oportunidad para buscar encuentros entre la selección nacional y clubes profesionales poderosos, sobre todo en el área del Caribe. Ojalá se concreten. Por lo pronto, dentro de muy poco, a partir del primer día de noviembre, volverá a jugarse béisbol en toda la Isla, con muchísimos cambios en las nóminas y un público que necesita ver no solo calidad en los partidos para asistir a los estadios.