Magnus Carlsen, el Grande

El mayor prodigio del ajedrez todavía no cumple los 19 años. Su rostro es el de un niño, no le gusta hablar en público y se viste de una extraña manera; pero, frente al tablero, nadie impresiona más y pocos dudan que Magnus Carlsen no alcance el título mundial. El talento le sobra y si este se combina con los consejos de su entrenador, Garry Kasparov, entonces el noruego tiene todas las condiciones para continuar brillando.

Carlsen acaba de triunfar en uno de los torneos más fuertes de los últimos tiempos, celebrado en Nanjing, China. Allí se reunieron seis Grandes Maestros de la elite, entre ellos el líder del ranking universal, el búlgaro Veselin Topalov (2813). Los 2764 puntos de promedio ELO le otorgaron al evento la categoría XXI, según la Federación Internacional (FIDE, por sus siglas en francés).
Los analistas consideraron a Topalov como el principal favorito; sin embargo, después de las dos primeras rondas, esos criterios variaron notablemente porque el prodigio mostró un nivel de juego por encima de sus rivales y no fue una sorpresa su triunfo ante el húngaro Peter Leko; aunque, sin dudas, la mayor atracción resultó la convincente victoria, con blancas, frente a Topalov.

Luego llegaron más éxitos contra el ruso Dimitry Jakovenko, el azerí Teimour Radjabov y solo el chino Wang Yue pudo lograr un empate. Con 4,5 unidades, el noruego concluyó la primera fase del evento cómodamente ubicado en la cima.

Tal vez algunos esperaron que Carlsen se mostrara menos agresivo en la segunda parte, pues ya tenía casi asegurado el título; pero nada de esto ocurrió: el prodigio entabló con Leko y Topalov, derrotó en un complicadísimo final a Yue y aplastó otra vez a Jakovenko en la ronda conclusiva.

En total, el noruego logró ocho puntos de diez posibles, ganó más de 25 unidades para su ELO de 2772 puntos y aparecerá en la próxima actualización del ranking en la segunda posición, por encima del actual campeón mundial, el indio Viswanathan Anand y muy cerca de Topalov.

Antes de que comenzara el torneo de Nanjing, en los días previos al tan publicitado match entre Garry Kasparov y Anatoly Karpov, finalmente se confirmó un rumor que había circulado entre los seguidores del ajedrez: el “Ogro de Bakú”, el jugador más extraordinario de las últimas dos décadas, el ahora político Kasparov es el entrenador principal de Carlsen.

Los resultados de la unión Kasparov-Carlsen pudieron verse en Nanjing. La agresividad en el medio juego y la exactitud en los finales caracterizaron el juego del “Ogro” durante su reinado y esta forma de afrontar las partidas estuvo presente en Carlsen.

Con blancas, el prodigio asombró con una apertura Escocesa frente a Leko; mientras, con negras, alternó entre la defensa Gruenfeld (tres oportunidades) y la Siciliana (dos ocasiones). Carlsen llegó a finales complejos ante Jakovenko y Yue y prevaleció las dos veces.

Después de su brillante demostración en la ciudad china, los próximos retos del noruego serán el Mundial de blitz—donde estará el cubano Leinier Domínguez— y la Copa Mundial de Khanty-Mansiysk. ¿Y luego?

La mayoría de los especialistas y seguidores del ajedrez coinciden en afirmar que Magnus Carlsen alcanzará el título mundial. ¿Cuándo? Eso dependerá de muchos elementos, no solo de su calidad, pues el sistema implementado por la FIDE para la discusión de la corona es muy enrevesado. En 2010, Anand y Topalov se enfrentarán en un match que todavía no tiene definida una sede.

Quizás Carlsen demore hasta un lustro en ser reconocido “campeón”; aunque hoy es uno de los tres mejores ajedrecistas del orbe. Lejos parecen los días de finales de los noventa cuando el niño de ocho años tocó por primera ocasión las piezas de ajedrez.

Así comenzó la relación con el juego ciencia de quien es llamado “el Mozart del ajedrez”. En 2003, con 13 años, se convirtió en el tercer Gran Maestro más joven de la historia. Algunos meses más tarde participó en su primer Campeonato Mundial de la FIDE; sin embargo, es a partir de 2008 que Carlsen salta de la mitad de la tabla a las primeras posiciones. Ese año ganó el Corus de Wijk ann Zee.

El ascenso en el coeficiente ELO de Carlsen también ha sido sorprendente. En octubre de 2006 ocupaba la posición 22 del planeta, con 2698. Tres años después era tercero, 2772, y con los puntos obtenidos en Nanjing podría superar las 2800 unidades.

Carlsen es el más destacado jugador de una generación de jóvenes que ha sabido aprovechar a las nuevas tecnologías para elevar, con rapidez, su nivel. Enormes bases de datos, potentes softwares que ayudan a analizar posiciones, partidas online; pero nada de esto suple al talento y al entrenamiento diario.

El prodigio no asiste a la escuela—una decisión muy criticada en Noruega—, vive dedicado completamente al ajedrez, cuenta con el apoyo familiar y ahora tiene como entrenador a quien fue el mejor del planeta por muchos años. Magnus Carlsen, el Grande ¿Alguien duda que no merezca el epíteto?

Publicado en Cubasí

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