Las redes sociales han tenido un gran impacto en el mundo deportivo. Más allá de que los principales equipos de diferentes modalidades tengan un perfil en diversas redes y a través de sus actualizaciones informen sobre lo que ocurre con ellos, es interesante analizar cómo los atletas también emplean estos espacios para comunicarse con sus seguidores.
En un inicio fueron pocos los deportistas que abrieron una cuenta en MySpace, Twitter o Facebook; pero en la medida que estos sitios aumentaron la cantidad de usuarios, más estrellas comprendieron—o sus relacionistas públicos les hicieron comprender—que era importante tener un lugar en las redes.
Las ventajas son enormes para los atletas: no necesitan intermediarios para llegar a sus seguidores, pueden mantener un diálogo constante con los fanáticos que compran entradas para verlos en los estadios y adquieren las marcas que patrocinan a estas grandes estrellas; además, pueden publicitarse entre los más jóvenes, principales usuarios de las redes.
Uno de los primeros atletas que se acercó a Twitter fue el ciclista norteamericano Lance Armstrong, siete veces ganador del Tour de Francia y quien logró rebasar un cáncer que amenazó seriamente su vida.
El perfil de Armstrong es uno de los más seguidos en Twitter y el atleta lo actualiza a diario. Los temas que publica en los 140 caracteres de los tweets tal vez parezcan triviales; pero funcionan bien porque los fanáticos se sienten más cerca del atleta, al saber que llevó a sus hijos a la escuela o que terminó de entrenar.
Si Armstrong llegó a Twitter de forma espontánea; otros no pueden decir lo mismo y el caso más mencionado es el del fornido jugador de baloncesto Shaquille O’Neal, campeón olímpico en 1996 y cuatro veces monarca de la NBA.
En Twitter un usuario se hizo pasar por Shaq, comenzó a publicar varias cosas que molestaron al pívot y la respuesta más acertada que encontró el atleta fue abrirse su propia cuenta: “The Real Shaq”. La experiencia resultó satisfactoria y el popular número 32 ha mantenido su perfil y varias de las principales noticias de su vida deportiva aparecen allí.
La suplantación de identidades también afectó al futbolista italiano Alessandro del Piero quien reaccionó vehemente ante un perfil supuestamente suyo en Facebook que lo vinculaba con grupos nazis o de extrema derecha en su país natal. El atacante de la Juventus de Turín, del Calcio, amenazó con demandar a la red.
Los tenistas emplean horas de su tiempo libre en publicar en las redes sociales. El líder mundial, el suizo Roger Federer, en su espacio de Facebook publica fotos exclusivas, incluso de su vida familiar y aprovecha para publicitar las marcas con las que tiene contrato; mientras, el británico Andy Murray, de 22 años, twittea diariamente (); aunque, según el diario The Guardian, esta inclinación forma parte de una muy bien pensada estrategia de comunicación que busca acercar al jugador con los más jóvenes.
Las redes funcionan como grandes espacios para “conferencias de prensa”. Así, desde Twitter, el nadador norteamericano Michael Phelps pidió disculpas a sus fanáticos, después que apareció en los periódicos una foto suya con una pipa de marihuana. Perdón también pidió en Twitter Serena Williams, luego de sus desafortunados incidentes en el pasado Abierto de Estados Unidos, donde insultó a una jueza.
Quien piense que lo que se escribe en las redes pasa desapercibido, mejor no le pregunte al entrenador brasileño Vanderlei Luxemburgo. Este polémico hombre, que una vez fue técnico de la selección de su país y del Real Madrid español, dirigía al famoso club Palmeiras y reveló en Twitter que uno de los mejores jugadores del equipo, Keirrison, se mantendría en el banco de suplentes, mientras él estuviera al frente del once.
Las explosivas declaraciones no agradaron a la directiva del Palmeiras. Keirrison regresó a la titularidad y Luxemburgo…perdió el puesto; aunque mantiene actualizado su perfil con más opiniones críticas sobre su antiguo club.
NADA DE TWITTER O FACEBOOK
Los directivos de dos de las principales ligas profesionales en Estados Unidos, la NBA (baloncesto) y la NFL (fútbol americano) prohibieron que sus atletas y técnicos accedan a las redes sociales 30 minutos antes de los partidos y solo podrán publicar comentarios en sus perfiles después de la conferencia de prensa que se celebra al concluir los desafíos.
Para algunos la medida fue extremista; otros la consideraron correcta, al analizar el efectivo negativo que podría ocasionar en las franquicias declaraciones conflictivas, como las realizadas por el recibidor abierto Terrell Owen, de los Buffalo Bills (NFL) quien en Twitter provocó una gran polémica al criticar a sus antiguos compañeros de los Dallas Cowboys, Tony Romo y Rodney Harrison.
De cualquier forma, las prohibiciones no evitarán que los atletas continúen utilizando a las redes sociales como un nuevo canal de comunicación, en el que, sin mediadores, establecen un diálogo con sus seguidores, defienden una idea o se autopromocionan. ¿Por qué temerles a las redes?, se preguntarán muchos.
Publicado en Cubahora
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