En el estadio Arroyito, de Rosario, se vivió una tragedia para el fútbol argentino…y también para los que seguimos a ese equipo desde esta Isla donde el fútbol es pasión. Lo de tragedia no solo por el resultado adverso por 1-3 ante Brasil que clasificó al rival más empedernidos al Mundial de Sudáfrica 2010, sino porque en la cancha se vio a un equipo sin ideas y su técnico Diego Armando Maradona podría tener los días contados en el banquillo albiceleste.
No puedo entender cómo una selección con tanto talento ha lucido tan mal en sus últimos partidos. Aquellos que pensamos que la goleada por 6 a 1 frente a Bolivia había sido solo un mal día, quizás ahora tengamos que reconocer, con tristeza, que el mediocampo gaucho no funciona, que Verón no es la solución y que los defensores pueden “leer” con facilidad el juego argentino y detener la ofensiva, solo con marcar a Messi de la manera que lo hicieron los brasileños.
La defensa argentina dejó muchísimo que desear en un partido decisivo: el gol de Luisao llegó en un centro en el que lo dejaron cabecear completamente solo en el área; luego, el de Luis Fabiano después que la pelota paseó libremente por el área y nadie acertó a despejar y por último, cuando más interesante estaba el juego, vino el letal contraataque con una excelente definición de Luis Fabiano y una pésima salida del portero Andújar.
Los cambios de Diego…Tévez estaba de más en el terreno; aunque el Kun Agüero tampoco pudo hacer mucho. En realidad, nada funcionó y ahora todos sabemos que Maradona tiene los días contados: si no gana en Asunción, frente a Paraguay, adiós a la dirección técnica de Argentina.
De todas formas, quedan esperanzas porque los argentinos mantienen el cuarto lugar, con 22 puntos, sobre todo por el inesperado revés de Uruguay frente a Perú (1-0) y la derrota de Ecuador ante Colombia. Faltan tres jornadas y quiero creer que Argentina estará en Sudáfrica. Los que criticaban al técnico Dunga…imagino que estén en silencio ahora.