Me limito a repetir las pocas líneas que publicó la prensa nacional el pasado 18 de julio: “La Federación Cubana de baloncesto (FCB) le comunicó a FIBA-Américas que la selección nacional masculina no participará en el Premundial, previsto a celebrarse del 26 de agosto al 6 de septiembre, en San Juán, Puerto Rico. Según informó Ruperto Herrera, presidente de la FCB, la decisión fue tomada después del pobre resultado obtenido por el elenco antillano en el pasado torneo del Caribe.”
Realmente no puedo entender esta decisión. Es cierto que la actuación del equipo masculino en el torneo ya citado no fue la mejor; pero solo se perdió un juego, contra el campeón: Jamaica. El tercer lugar nos ofreció la oportunidad de asistir al Campeonato de las Américas; sin embargo, en contra de la más elemental lógica, los directivos deciden no asistir.
¿Dónde queda el esfuerzo de los jugadores que durante cuatro meses intervinieron en la Liga Superior de baloncesto? ¿Acaso no nos cansamos de repetir que esta Liga es el segundo espectáculo deportivo más importante del país, después de la Serie Nacional de béisbol? ¿De qué manera se podrá desarrollar el basket sin partidos internacionales?
Entonces, creo que el equipo merecía, a pesar de la crisis que obliga a la reducción de los presupuestos, asistir al Campeonato. Allí probablemente no clasificarían para el Mundial—se disputarán cuatro boletos—; pero, al menos, se obtendría la imprescindible experiencia que tanto falta en un grupo de jugadores con talento.
Para nadie es un secreto que el baloncesto entre los hombres es uno de los deportes más retrasados en Cuba, quizás solo comparable con el fútbol. Una de las principales causas, además del pobre trabajo en la búsqueda de jugadores, es el poco roce internacional. Así que, si aparece una excelente oportunidad de chocar contra selecciones más completas que la cubana, ¿por qué no hacerlo?
Esta misma pregunta me hice algunos meses atrás cuando la Federación Cubana de fútbol anunció que el equipo no asistiría a la Copa Oro. “Curiosamente”, estas dos modalidades han quedado muy detrás, incluso en la región caribeña.
Creo que fue un error no foguear a los muchachos….se gastan mas en otras cosas..Saludos
soy un amante del deporte cubano, pero cosas como estas son las que frenan el desarrollo del deporte, aunque no hubiesen clasificado, era una buena oportunidad para el encuentro internacional y para el fogueo de los deportistas. Después ellos mismos (los directivos) salen justificandose con la falta de topes.
Concuerdo en que era una excelente oportunidad de foguear al baloncesto cubano, está claro que la clasificación era una «misión imposible», pero si el torneo era en un lugar cercano (Puerto Rico), es decir, no había que gastar mucho dinero en pasajes de aviones, creo que se podía haber hecho un esfuerzo mayor. Desde 1994, con la asistencia al Mundial, el baloncesto cubano nunca más ha sobresalido y esto es realmente triste