El segundo Clásico Mundial todavía produce noticias, casi medio año después que Japón retuviera su título en un torneo reconocido por muchos como el más fuerte de la historia; pero los titulares de los medios no resaltaban esta vez la excelente actuación del ídolo japonés Ichiro Suzuki en la actual temporada, sino los resultados positivos en las pruebas antidoping de dos jugadores que intervinieron en el evento.
Si en 2006, durante la primera edición del Clásico, solo se detectó un caso, ahora hubo un incremento en el número de exámenes y aparecieron más tramposos: el receptor puertorriqueño Geovany Soto y el lanzador holandés Sidney Ponson.
Quizás el primer elemento que llama la atención sea el retraso en la información. Solo a finales de junio la Federación Internacional (IBAF, por sus siglas en inglés) y la Major League Baseball (MLB) dieron a conocer al público los dos casos, es decir, tardaron más de 90 días desde el final del Clásico.
¿Premeditación en la demora? ¿Lento trabajo de los laboratorios? Tal vez. Lo cierto es que este escándalo llegó en medio de la campaña regular de las Mayores, un campeonato que produce decenas de informaciones diarias y no todos le prestaron atención a un hombre que fumó marihuana y a otro polémico jugador que utilizó una sustancia prohibida. ¿Acaso no lo hicieron también súper estrellas como Manny Ramírez y Alex Rodríguez?
Un segundo elemento: las declaraciones de Soto y la falta de ellas de Ponson. El lanzador de 32 años, oriundo de Aruba, ni siquiera se ha molestado en hablar sobre el tema. El holandés utilizó su aceptable rendimiento en el Clásico—contuvo a los venezolanos en el primer juego de la segunda ronda— para convencer a la organización de los Reales de Kansas City del supuesto buen estado de su brazo; pero luego tuvo una recaída en una vieja lesión en el codo. La sustancia detectada en el cuerpo de Ponson fue fentarmina. Ahora tendrá que someterse a revisiones médicas y a una posible multa, el máximo castigo que puede recibir.
El boricua Soto asombró en la campaña 2008 cuando mereció la distinción al mejor novato del año por sus magníficos números como receptor de los Cachorros de Chicago. Su equipo fue barrido por los Dodgers de Los Ángeles en la primera fase de los play offs y allí Soto no estuvo bien; sin embargo, era una de las grandes esperanzas de los fanáticos puertorriqueños en el Clásico.
El mentor José Oquendo alternó a Soto con Yadier Molina en la receptoría; mientras Iván Rodríguez brilló como bateador designado. De seguro todos recuerdan el noveno inning del encuentro decisivo entre Puerto Rico y Estados Unidos cuando el relevista J.C. Romero—que estaba suspendido en ese momento por la MLB, por el uso de esteroides—no pudo mantener la ventaja y David Wright conectó el imparable que condujo a los norteamericanos a la última fase del evento.
Luego de darse a conocer el resultado de la prueba antidoping en que se comprobó que el receptor fumó marihuana, Soto tuvo que referirse al complejo tema y estas fueron sus declaraciones: “Me siento avergonzado. Soy hombre para hacer algo, soy hombre para enfrentarlo. Simplemente quiero pedirle disculpas a la organización de los Cachorros, a mi familia y a los fans.”
La memoria le falló a Geovany Soto porque “olvidó” mencionar en las disculpas al equipo puertorriqueño y a las decenas de fanáticos de esa selección. Los Cachorros también se pronunciaron y en un breve comunicado de prensa mostraron el apoyo a su jugador—lo cual era predecible— y aclararon que Soto “aceptaba la responsabilidad por sus acciones y sus consecuencias.”
¿Qué consecuencias? Aquí aparece un tercer elemento, sin dudas el más alarmante: la reacción de la MLB. Mientras la IBAF suspendió de toda actividad internacional a los tramposos por dos años, como establece el Código de la Agencia Mundial antidopaje, los directivos de las Mayores se limitaron a decir que, como ellos no se rigen por ese Código y los jugadores no estaban en la temporada regular, entonces no recibirían los castigos que imponen allá: apenas 50 juegos de suspensión. La burla no tiene fin.
Este nuevo incidente, desagradable y perjudicial en la imagen que quiere proyectar el béisbol de un deporte limpio, vuelve a mostrar las contradicciones de la MLB a la hora de afrontar su reto más exigente de la actualidad: el probado uso de sustancias prohibidas entre peloteros de Grandes Ligas.
Por un lado, en Lausana, frente a miembros del Comité Olímpico Internacional, ejecutivos de la MLB explicaron sus ideas y planes contra el dopaje, en apoyo al presidente de la IBAF, Harvey Schiller quien no ocultaba su optimismo acerca del posible reingreso de la pelota al programa oficial de competencias de las citas estivales en 2016; mientras, en Estados Unidos, esos mismos ejecutivos del torneo más seguido del mundo beisbolero, no parecen tener ningún interés en modificar un “sistema” antidoping ridículo. Dos rostros ante un mismo problema.
Publicado en Cubasí
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El béisbol no convence en Lausana
La era de los esteroides
…Nada Miguel…..se ha destapado la caja de pandora….y lo que falta..ya nadie puede ver a alguien en el baseball con buenos rendimientos si no se hace esa pregunta…ayer un boricua dio un no hitter,,,me hice tambien esa pregunta [con los gigantes de san Francisco]…..Si sigue el dopping..mataran a la gallinita de los huevos de oro….
Saludos… Sí, concuerdo con usted en que se ha destapado la «Caja de Pandora», solo que los demonios dentro de esa caja vivieron más de 10 años en paz, sin que nadie se metiera con ellos y todos sabían que algo andaba mal; pero lo que más me sigue llamando la atención es cómo la MLB no acaba de tomar medidas serias (suspensión de por vida) para los tramposos. Ellos (la MLB) deberían cuidar más su negocio, es decir, si los fanáticos cada vez creen menos en los grandes sluggers, entonces, el juego pierde credibilidad, se reducen las entradas, etc, etc.
De acuerdo Miguel…el sistema judicial DE USA es algo particular …la MLB tien elas manos amarradas por los contratos millonarios de sus jugadores..una suspension de por vida cualquier juez puede encontralo exagerado y entonces la contrademanda seri amillonaria contra la MLB….es una situacion que creo que se va a aguantar con la suspensiones parciales…..sabes mas o menos cuantos millones perdio Manny Ramirez con la suspension???,,Ademas corre el riesgo que no le renueven el contrato…por ahi, creo esta la cosa..pero siempre hay alguien que se arriesge..Saludos
Saludos nuevamente, Manny perdió cerca de 8 millones de dólares, pero ¿cuántos no ganó cuando engañaba a todos? Digamos que muchos atletas sacan la cuenta y «vale la pena» correr el riesgo de doparse. Es cierto que el sistema judicial pudiera poner trabas a las suspensiones de por vida, pero entonces, ¿por qué no aumentan los partidos de sanción? 50 por un examen positivo es ridículo, tal vez si la cifra creciera hasta un año o dos (sin llegar a la sanción de por vida), quizás los peloteros lo pensarian hasta 3 veces antes de tomar un medicamente «que ellos no sabían que estaba prohibido».
Miguel..Estoy totalmente de acuerdo contigo…es mas creo que algo de eso viene, pues estuve hablando recientemente con Livan Hernandez y me hablo algo de eso…o sea, se comenta entre los jugadores que se va a incrementar el tiempo de suspension…por ahi va la cosa…la realidad que es un gran problema..no se si lo pueda resolver..muchas tentaciones en juego….
Ojalá la MLB tome medidas más serias y pronto, pero yo tengo mis dudas pq el Sindicato de jugadores (MLBPA) de seguro hará todo su esfuerzo para evitar un nuevo reglamento antidoping. Los aplausos que recibió Manny Ramírez en su regreso al Dodger Stadium, después de su «sanción» (apenas 50 juegos) indican que los fanáticos tienen una aproximación diferente hacia los esteroides (nos habremos acostumbrado a ellos ?). Quiero, una vez más, ser optimista sobre la credibilidad del béisbol, pero cada vez tengo más dudas.