lunes, diciembre 23Un espacio para todos los deportes

Dos viejos ¿enemigos?

El Kindlex DX, para algunos un fenómeno comercial, otros lo ven como una posible tabla de salvación
El Kindlex DX, para algunos un fenómeno comercial, otros lo ven como una posible tabla de salvación

Google volvió a enfurecer a los editores de periódicos europeos cuando anunció que seguiría adelante con la idea de colocar publicidad en su muy conocido servicio de noticias.

Las protestas parecen tener sentido. Cuando el Google News publica los primeros párrafos de la noticia e incluye el vínculo a la fuente original, muchos de los usuarios pueden quedar conformes con esa rápida actualización y entonces no visitan a los medios que generaron los contenidos. Y en el modelo actual de negocios de la prensa, la cantidad de visitantes es esencial porque representa dinero en publicidad, así que nadie quiere mostrar, al final del mes, número bajos de acceso porque los anunciantes se van con rapidez a otros lugares.

El razonamiento de los editores es muy simple y al mismo tiempo complejo, ¿por qué Google va a ganar dinero cuando no gastó un centavo en producir las informaciones? Por eso demandan que el gigante se retracte de su idea de la publicidad y firme acuerdos comerciales con ellos que permitan a los editores determinar qué contenidos de sus sitios pueden o no ser puestos a disposición de los internautas por el Google News.
Además, los medios esperan recibir también una compensación económica cuando aparezcan extractos de sus contenidos y para eso preparan ya varias demandas con sus abogados. La Asociación de editores europeos consideró que los instrumentos jurídicos servirían para asegurarse de que Google entienda “el daño que causaría a sus lectores, periodistas y trabajadores, unido al impacto que el cambio supondría en la industria y el empleo.”

Las acusaciones han subido de tono y en el Congreso anual de Google el director del diario español El Mundo, Pedro Ramírez, cargó contra los organizadores del evento al afirmar: “los piratas no son los usuarios, sino los agregadores.”

Por su parte el líder mundial en las búsquedas—aunque Microsoft asegura que su nuevo producto, denominado ahora Bing, junto a la aparición del Wolfram Alpha pudieran reducir ese dominio—argumenta que el beneficio es mutuo y que en la era de la sobreabundancia de la información, los usuarios emplean cada vez con mayor frecuencia a los buscadores, redes sociales y agregadores para llegar a los contenidos que necesitan.

Más allá del intercambio de declaraciones, un elemento llama la atención. Google News lleva varios años de funcionamiento, desde su versión beta hasta la actual y nunca antes la polémica había sido tan intensa. Detrás del conflicto aparece, sin muchas máscaras, la crisis económica que ha llevado al cierre de periódicos y a la masiva reducción de empleos en un sector ya golpeado por este último problema.

MURDOCH A LA CARGA
Una de las voces que más se ha escuchado—sus millones ayudan—para demandar un nuevo modelo económico que haga más “rentables” a los medios online es la del magnate Rupert Murdoch.

En 2007 el controvertido hombre adquirió la empresa Dow Jones que publica al The Wall Street Journal—en esto influyeron notablemente las débiles regulaciones de la Comisión Federal de Comunicaciones norteamericana (FCC, por sus siglas en inglés) que reducen las restricciones a la concentración mediática—y como los reportes muestran que la fórmula empleada por ese diario, es decir, el acceso mediante suscripciones pagadas, es efectivo, entonces ahora Murdoch pretende incorporarlo al resto de sus múltiples posesiones, localizadas fundamentalmente en Gran Bretaña, Australia y Estados Unidos.

La compañía de Murdoch, News Corp, comenzará a cobrar el acceso a los contenidos de sus principales diarios online a partir de 2010; aunque muchos consideran que este sistema no funcionará.

El Journal y el Financial Times reciben dividendos porque la información comercial que publican es, de cierta forma, exclusiva y por ella pagan las empresas; pero ¿estarán de acuerdo los usuarios en pagar por contenidos a los que han accedido por más de 15 años de manera gratuita?

La respuesta luce como un contundente “no”; sin embargo, Murdoch, probablemente, ponga en práctica su deseo, amparado en las pérdidas sufridas por los medios online ante el descenso en la publicidad.

KINDLEX DX ¿LA SALVACIÓN?
La crisis de la prensa preocupa y con razón. Incluso el Senado de los Estados Unidos tuvo una sesión donde se discutió el tema. Todos parecen tener formada una idea sobre cuán serio es el problema; pero las soluciones no terminan por convencer y los directivos de los medios están dispuestos a aceptar cualquier “ayuda”.

Mucho se comenta acerca de la publicitada presentación por parte de Amazon—la tienda virtual más grande del mundo—de su nuevo lector de libros electrónicos: el Kindlex DX2.

Murdoch expresó su desacuerdo con el modelo de negocios que plantea Amazon; aunque otros directivos, en especial en Estados Unidos, acogieron con agrado las posibilidades del dispositivo.

A diferencia de versiones anteriores, el tamaño de la pantalla del Kindlex DX es mucho mayor: 26,4 centímetros de largo, 18,28 de ancho y apenas 0,96 cm de grosor, unido a una capacidad de memoria impresionante, 3,3 Gigabytes, lo que permite almacenar hasta tres mil 500 libros; además, el dispositivo posibilita el acceso a la red sin necesidad de conectarse mediante un ordenador.

Amazon ya ha alcanzado diversos acuerdos con varios medios. Por ejemplo, tres periódicos de la llamada gran prensa estadounidense, The Washington Post, The New York Times y The Boston Globe ofrecerán el Kindlex DX2 a un precio reducido a aquellos lectores que se suscriban a la edición electrónica, disponible a través del dispositivo.

Para los medios el Kindlex DX tiene varios atractivos comerciales: evita los elevados costos de papel y de distribución; mientras, los usuarios pueden llegar a los diarios desde cualquier lugar con solo un clic, claro, siempre y cuando hayan pagado por el servicio. Y los medios parecen necesitar ese dinero más que nunca, sobre todo el Times y el Globe, ambos sumidos, para algunos increíblemente, en una gran caída financiera.

Los debates sobre cómo rescatar a los medios, en medio de la crisis, prometen extenderse, aunque quizás en medio de tanta incertidumbre una idea, solo eso, una idea, queda clara: los medios y la red de redes  tal vez no se “entiendan” del todo, pero, definitivamente, se necesitan.

Consulte además:
El fenómeno Twitter extiende sus redes
Los múltiples rostros de Facebook

Siga la polémica en Twitter

Vea galería de imágenes: Los Rostros de la polémica

Artículo publicado en Cubahora

1 comentario

  • Cubano-Americano

    Si Murdoch pone en practica su plan…se hunde,,,,,creo que eso fue un mecanismo de presion y de ahi no pasara,,Saludos

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *