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El béisbol en la música cubana

Miguel Faílde, un gran músico y entusiasta seguidor de la pelota
Miguel Faílde, un gran músico y entusiasta seguidor de la pelota

Desde los danzones de Raimundo Valenzuela en los finales del siglo XIX, hasta los ritmos más actuales como el pop y el reggaeton, el béisbol ha ocupado un lugar importante en las composiciones musicales cubanas.

Cuenta el destacado poeta y musicólogo Helio Orovio, quien lamentablemente falleció en 2008, que en los finales del siglo XIX era una costumbre, tanto en Matanzas como en La Habana, que al concluir los partidos dominicales de pelota se organizara un baile, muchas veces amenizado en la capital cubana por la orquesta de Raimundo Valenzuela; mientras en la llamada “Atenas de Cuba”, Miguel Faílde y su grupo hacían lo mismo.
La unión entre el béisbol y la música en Cuba quizás comenzó desde el mismo momento en que la pelota hizo su entrada al país, a mediados de la década del sesenta del siglo XIX, precisamente en la época en que el danzón, el bolero, la guaracha y la rumba irrumpieron en el panorama artístico nacional, según reconoce Orovio.

Tal vez no sería arriesgado decir que la primera obra musical donde el béisbol ocupó un lugar central fue el danzón creado por Raimundo Valenzuela, con el título de “La pelota” y que tuvo su estreno el 22 de julio de 1883, en la glorieta de los Leones del Habana, sin dudas el club más popular en el siglo XIX; aunque luego, ya en el XX, el equipo compartió la popularidad con su rival de siempre: los Alacranes de Almendares.

Si en La Habana la orquesta de Valenzuela amenizaba las fiestas después de los juegos dominicales, en Matanzas este rol lo cumplía la orquesta de Miguel Faílde, quien asistía frecuentemente a los partidos que se celebraban en los terrenos propiedad de Luis Simpson, una figura importante de la época.

El historiador Félix Julio Alfonso, en su artículo “Música y béisbol”, aparecido en el libro “Con las bases llenas”, recuerda que Faílde, un mulato, acompañaba a los jugadores del club Simpson y los animaba con música en los intermedios o cuando alguien realizaba una buena jugada. No obstante, la orquesta de Faílde también compartió con varios equipos matanceros, sobre todo cuando estos se movían hasta La Habana para chocar frente a selecciones de la capital.

De acuerdo con Orovio, las actividades musicales de Miguel Faílde dentro del béisbol encubrían otras, estas de índole conspirativa contra la colonia española en las que, además, intervenían los integrantes de su orquesta.

Entre los temas musicales cubanos en los que la pelota ha ocupado un lugar importante uno de los más famosos fue la guaracha que popularizó, en 1940, el conjunto Kubavana, titulada “Que se corra la bola” que tenía como una de sus frases más populares y que ha llegado hasta nuestro días esta: “pelotero la bola, báquiri, báquiri va.”

El Trío Matamoros también creó una canción con referencia al béisbol. En una parte del texto ellos cantaban: “El pueblo ya se alborota, ya todos son peloteros, y a mi juicio callejero, no se habla más que de pelota, donde quiera y como quieras que te pongas, pelota, pelota… donde quiera que tú vayas, pelota, donde quiera que te metas, pelota.”

En los primeros años de la década del cincuenta, un chachachá hizo bailar a muchos, no solo en La Habana. La obra se debió al genio de Enrique Jorrín, por aquel tiempo violinista de la Orquesta América y llevó como nombre “Miñoso batea” en homenaje a Orestes “Minnie” Miñoso, un estelar pelotero que brilló en Cuba y también en las Grandes Ligas norteamericanas.

El chachachá de Jorrín decía en algunas de sus líneas: “La pelota va y va y va, se fue, han bateado un jonrón, que tremendo batazo, que profunda emoción, es Miñoso señores, que la bola botó. Cuando Miñoso batea de verdad, la bola baila hasta chachachá.”

Una de las piezas más tarareadas dentro de un terreno de béisbol es el son de Juan Formell y los Van Van “Yo no quiero discutir de pelota” donde se mencionan a varios de los peloteros más destacados en las Series Nacionales y termina la canción con un estribillo muy popular: “Yo no quiero discutir de pelota, no me interesa quién la bota, yo no quiero discutir de pelota”.

Publicado en Habana Radio

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