La noticia la supe por lo que publicó Juventud Rebelde y la primera lectura me impactó. Luego busqué la ampliación por Internet y fue muy poco lo que pude encontrar. Los play offs de la Serie Nacional y la participación de Leinier Domínguez ocupaban los principales espacios; pero, ¿cómo dejar a un lado el doloroso derrumbe del techo en el ateneo deportivo Aurelio Janet, en Matanzas?
En varias ocasiones estuve sentado en esas gradas, ahora cubiertas de escombros. Mientras veía las tristes imágenes no pude dejar de pensar en los seis heridos por el accidente. ¿Qué hubiera sucedido si el desplome ocurriese con miles de personas durante un partido de la Liga Superior de Baloncesto? ¿Cómo pudo ocurrir ese desastre? ¿Nadie se dio cuenta del mal estado del techo? Son muchas preguntas, demasiadas, y pocas respuestas.
La nota del periódico Juventud Rebelde aclara: «La estructura de acero que sostenía el techo de losas Spiroll del centro deportivo fue edificada con vista al torneo de boxeo Córdova Cardín, en 1977, y desde esa época asiduamente se filtraba la cubierta cada vez que llovía, por lo que en varias ocasiones fue reparado el techo y el resto de la instalación como el tabloncillo de baloncesto.»
¿Desde esa época? Treinta años parece tiempo suficiente para corregir esos problemas. De nuevo regreso a las preguntas y una vez más no encuentro respuestas. No es necesario profundizar mucho para comprender que el mal estado de múltiples instalaciones deportivas por todo el país (la lista sería inmensa) sin dudas influye en el retroceso evidente en varias disciplinas. Las razones (o sinrazones) pueden ser muchas, pero el deporte, orgullo de todos los cubanos, merece un mayor esfuerzo.
Repaso la página deportiva: Villa Clara, mi equipo de siempre, y sin Víctor Mesa como director, puede llegar a la final de la Serie; Leinier entabló en el súper torneo de Sofía; sin embargo, mi vista no puede apartarse de los bomberos entre los escombros de lo que fue el ateneo Aurelio Janet. Creo que es un día triste para el deporte cubano.
Je,je…Las infraestructuras en Cuba cayéndose a pedazos, y el gobierno de Castro presume de construir viviendas en Suráfrica y en Venezuela. Es lo de siempre: Primero atiende al vecino, luego a tu propia familia.
Realmente a mi no me produce ninguna gracia el hecho del derrumbe. Es lamentable que algunas personas puedan alegrarse por esto, incluso cuando estén en desacuerdo con el gobierno cubano. La caída del techo privará a los jóvenes matanceros y los equipos de alto rendimiento de un lugar para entrenar; además, ese accidente pudo terminar (afortunadamente no fue así), con la vida de personas. Traer una vez más el tema político ante un desastre me parece muy forzado e injusto.
Es una lástima que sucedan cosas como estas. Soy cubano, matancero, del reparto Camilo Cienfuegos(donde se encuentra ubicada la instalación) y sé perfectamente lo que significa ese tabloncillo para el pueblo matancero.
Muchas alegrías y emociones vividas para ver a Jemot, o a «El Yuca»(Rosell), gritarle a Silvestre o Haití. Al mismo tiempo mucha tristeza por ver como puede venirse abajo tal estructura de un día para otro sin que se haya realizado una valoración previa ó al menos habr tomado medidas previamente.
A pesar de los lesionados que hubo solo queda el consuelo al pensar que pudo haber sucedido en medio de un partido del TNA o la LSB. Justo en la zona del derrumbe es donde acostumbraba a sentarme con mis amigos del barrio… Me quedo sin palabras… No pasó nada, pero pudo; PUDO haber pasado.
No quiero criticar al aire porque no es mi estilo, solo me gustaría que las autoridades competentes valoren que en ese mismo escenario niños y jóvenes de la ESPA deben entrenar casi a diario. Y que nuestro 4, 13, 5, cuando tengan un balón en la mano y miren hacia el techo no se les quite la ilusión de jugar en su tierra para su público.
Concuerdo con usted en que es una lástima que haya sucedido esto, ciertamente fue una suerte que el desastre haya ocurrido cuando la instalación estaba casi vacía, pero me vuelvo a preguntar, después de indagar un poco con un arquitecto amigo sobre la estructura del recinto, ¿nadie se dio cuenta que el techo podía desplomarse? Comparto, desde la distancia, su tristeza. Estuve en la Janet una tarde para presenciar un partido de la selección matancera de baloncesto y fue un agradable espectáculo, sobre todo porque se llenó la Sala, una Sala que solo existe, ahora, en el recuerdo.
,,Como siempre,,,ahora tampoco aparecera un responsable o responsables de esta falta de mantenimiento…..la responsabilidad se diluye…los meritos no…..
Tengo entendido que la ENIA (Empresa Nacional de Investigaciones Aplicadas) diagnosticó peligro de derrumbe en esa obra hace un año.
alejandro tienes mucha razon ellos sabian q el techo estaba practicamente cayendose solo q vista hace fe,no creyeron q se iba a derrumbar asi tan rapido,yo era una de las q no faltaba al ateneo ya q tenia motivos personales para eso pero bueno esperemos q hagan algo por esos pobres deportistas q estan naciendo ahora……