Más victorias que ninguna otra selección, 64, además del primer lugar colectivo en bateo, pitcheo y defensa son razones suficientes para considerar a Ciego de Ávila como el principal favorito al título de la 48 Serie Nacional; sin embargo, una interrogante continúa preocupando a fanáticos y especialistas: ¿podrán los avileños exorcizar sus demonios y ganar su primer play off en la historia?
El análisis de las estadísticas de Ciego de Ávila muestra a un equipo muy parejo, con un impresionante average de 325 y un cuerpo de lanzadores que trabajó para menos de cuatro carreras limpias por juego, 3,95, toda una hazaña ya que el promedio general del torneo estuvo en 5,30. El peor en muchos años.
A esto se adiciona una hermética defensa de 977, con apenas 83 errores en 90 desafíos. Si se consideraran únicamente los números, la conclusión sería sencilla: los avileños, dirigidos una vez más por Roger Machado, tienen condiciones para avanzar hasta la gran final y enfrentar allí al campeón de la zona occidental; sin embargo, en la postemporada ninguna de las cifras importará y los avileños deberán demostrar que han dejado atrás sus pobres desempeños históricos.
En sus dos décadas de existencia, Ciego de Ávila ha intervenido en cinco series de play offs y no ha ganado ninguna. El equipo solo acumula tres triunfos, frente a 15 derrotas. No obstante, los fanáticos de esa selección confían en que termine la mala racha e intentan minimizar los descalabros anteriores. Un exceso de confianza, después de una temporada espectacular, podría ser uno de los principales problemas que deberá resolver Machado.
Ciego de Ávila tendrá en Holguín a un rival complicado, al menos en los dos primeros juegos cuando los orientales presentarán a sus dos mejores lanzadores: Aroldis Chapman y Luis Miguel Rodríguez; no obstante, muy pocos creen que los holguineros—quienes tuvieron una pésima segunda mitad—opongan una fuerte resistencia ante la muy ajustada ofensiva avileña. Tal vez el play off no se extienda más allá del quinto desafío.
Si este duelo es inédito en las Series, el otro play off de la zona oriental cuenta con una larga tradición. Villa Clara y Santiago se han enfrentado en 60 ocasiones en postemporada y los del centro del país mantienen una ventaja de 32 a 28; aunque esa diferencia se ha reducido notablemente en las últimas campañas.
Los villaclareños fueron el mejor equipo en la primera parte del evento. Luego de la pausa por el Clásico Mundial las ausencias y lesiones golpearon a la selección y ni siquiera llegaron a los 55 triunfos. Santiago resultó lo contrario: los actuales campeones tuvieron un paso inestable en el inicio; después su ofensiva fue implacable con los rivales. Además, el cuerpo de lanzadores—Vera, Betancourt, Sánchez, Roibal, Bicet—parece muy superior al de Villa Clara, por lo que el director Antonio Pacheco no deberá tener muchas complicaciones para avanzar a su quinta discusión consecutiva del título oriental.
En la zona occidental un enfrentamiento llama la atención: Pinar del Río contra Sancti Spíritus. En la pasada temporada ambos protagonizaron el duelo más interesante que se extendió a siete desafíos y tuvo un final dramático, no exento de polémicas. Nadie se atrevería a señalar ahora un claro favorito. Los espirituanos, una vez más, terminaron el torneo en excelente forma y su repunte—eran séptimos en el receso—resultó uno de los elementos más sobresalientes de la Serie.
Los dos equipos conocen sus puntos fuertes: los pinareños cuentan con un brillante trío de abridores, conformado por Pedro Luis Lazo, Yuniesky Maya y Vladimir Baños; mientras, los espirituanos superan a sus contrarios en la ofensiva. No sería extraño que este play off llegara al séptimo juego.
La otra serie occidental tendrá como rivales a La Habana y la Isla de la Juventud. Los habaneros dominaron desde el principio la zona y su cuerpo de lanzadores volvió a lucir bien: terceros del torneo, 4,08, de promedio de carreras limpias. Con Yadier Pedroso, Jonder Martínez, Yuliesky González como abridores y los posibles relevos de Miguel Alfredo González y Miguel Lahera pocos le ofrecen oportunidades a la Isla.
No obstante, la Isla y Holguín no tienen nada que perder. Lo isleños ya cumplieron sus objetivos y esta falta de presión, como se ha escrito en disímiles ocasiones, les pudiera funcionar muy bien, sobre todo cuando jueguen en su estadio Cristóbal Labra. En él son difíciles de derrotar; aunque ya quedó atrás la época en que aquel terreno era el paraíso de los cuadrangulares—en esto influyó la remodelación de la instalación—y durante la campaña regular los locales solo conectaron 50 jonrones, penúltimos.
Entre las ocho selecciones clasificadas, ninguna parece más completa que la de Ciego de Ávila. Los llamados “tigres” son los favoritos de la mayoría; pero para alcanzar el título nacional necesitan 12 triunfos más. Quizás sus principales rivales en el terreno, y especialmente en sus mentes, sean ellos mismos.
Publicado en Cubasí
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