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El Clásico Mundial y sus mitos

Una de las revistas cubanas más interesantes
Una de las revistas cubanas más interesantes

La revista La Calle del Medio, en sus números 10 y 11, abrió las puertas a un debate acerca de la actuación cubana en el Clásico Mundial de béisbol y más allá del análisis de los resultados, quizás lo más interesante fue la posibilidad de compartir criterios sobre la pelota de las Grandes Ligas.  La revista, en mi opinión y a pesar de su corta «edad»—apenas un año—es una de las más interesantes publicaciones del panorama mediático cubano, y ahora se puede descargar íntegramente aquí.

Esta fue mi respuesta a La Calle del Medio que aparece publicada en el número 12:
Los dos Clásicos Mundiales han ayudado notablemente a la pelota cubana. En ninguno de los dos eventos la selección nacional logró el título; pero, a pesar de esto, la confrontación ha permitido derrumbar algunos mitos beisboleros existentes en nuestro país; aunque en el proceso también se han creado otros.

Durante años en el imaginario popular de los fanáticos cubanos los jugadores de Grandes Ligas fueron construidos como atletas “casi perfectos”, todos con suficiente poder para conectar enormes batazos y rectas ampliamente por encima de las 90 millas. A esto contribuyó notablemente la desinformación que imperó en el país, no solo con lo que ocurría (y ocurre) en la llamada Gran Carpa, sino también con otras Ligas del mundo, por ejemplo, la japonesa o coreana.

El desconocimiento contrasta con la cobertura que reciben otros deportes, también profesionales. Es decir, estamos al tanto—de manera diaria—con lo que sucede en el Calcio italiano, el fútbol inglés o la Euroliga de baloncesto; sin embargo, el solo hecho de mencionar a las Mayores “preocupa” a algunos. Al no tener elementos de comparación, el fanático cubano se guiaba, únicamente, por las historias que algunas veces leía o en la mayoría de las ocasiones escuchaba en las voces de otros que se autodenominaban “expertos” de las Grandes Ligas. Obviamente, estas aproximaciones estaban marcadas por una gran carga de sobrestimación de aquel béisbol.

Por tanto, el Clásico contribuyó a acercar a los millones de seguidores que tiene la pelota en Cuba con nombres, equipos y, sobre todo, con diversas maneras de concebir la estrategia del béisbol y el espectáculo deportivo en el mundo. La experiencia—al menos eso creo—nos sirvió para comprobar que los jugadores que forman parte del béisbol organizado norteamericano—solo un 28% de ellos son latinos—poseen una gran calidad; pero cuando se unen en el Clásico el desinterés—ah, Manny Ramírez, Carlos Zambrano, Ryan Howard, Roy Halladay, ¿dónde se metieron?—; la autosuficiencia—para olvidar la ausencia del director norteamericano Davey Johnson por una “boda”— y el miedo a los controles antidoping, pues entonces logramos una visión más completa sobre cómo funcionan las cosas en la Major League Baseball.   

Al mismo tiempo, los resultados del Clásico de cierta manera han creado un nuevo mito: el de la superioridad del béisbol asiático. Ya no sorprende escuchar por todas partes comparaciones que colocan a esta pelota como “la mejor del mundo”. Me parece que sería un error proclamar esta “superioridad” de una manera tan categórica. Es cierto que los japoneses han obtenido los títulos en los dos Clásicos y que Corea del Sur es el actual campeón olímpico; pero Cuba fue monarca en tres ocasiones (1992, 1996 y 2004) y Estados Unidos es el campeón de la última Copa Mundial (2007). Los nipones mostraron ser la selección que mejor se preparó y el interés de sus peloteros por el Clásico fue admirable; pero si afirmáramos que esta pelota ha superado a la que se practica en Cuba, República Dominicana, Venezuela, Puerto Rico México y Estados Unidos estaríamos borrando décadas de excelentes actuaciones en eventos internacionales y brillantes rendimientos en las Grandes Ligas.

Ahora la pelota cubana tiene un gran reto por delante. Todos parecemos estar de acuerdo en la necesidad de introducir cambios— ¡qué difícil alcanzar un consenso sobre un tema en esta Isla que respira béisbol!—; pero queda por ver cómo se implementarán esas modificaciones.

1 comentario

  • Cubano-Americano

    Miguel..Te comprendo tu punto de vista…pero creo no va al centro del problema…Cuba deberia dejar a sus jugadores jugar en las Grandes ligas..como hacen todos los paises del mundo ,,incluso Japan…hubo algunos jugadores del equipo de Japan que no dieron la talla en grandes ligas y no juegan mal…los mejores peloteros del mundo estan el la MLB,,de eso nadie tiene dudas..el factor individual y recompensacion economica influye tambien..estamos en el siglo 21 y en un mundo material ,donde los estimulos materiales influyen mucho mas que los morales [utopia]..tenemos que poner los pies en la tierra y acercarnos a la realidad..sino sera mas de lo mismo…parches de tapes…o curitas de mercurocromo….no obstante el material humano esta ahi..hay que cambiar otra cosa ..la percepcion y ser ma realista..no es una critica..es una opinion..Saludos…

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