La historia del boxeo profesional cubano recoge grandes combates que quedaron en la memoria, no solo por el resultado, sino también porque marcaron trágicamente la vida de varios pugilistas, entre ellos Eladio Valdés, Esteban Gallard y Bernardo Paret.
El Black Bill
La historia de Eladio es muy parecida a la de otros boxeadores cubanos de mediados del siglo pasado. Nació en el barrio habanero de Jesús María y su educación fue muy escasa. En el boxeo encontró su oportunidad. Desde pequeño se destacó por su estatura y también por la fuerza de la pegada. El talentoso muchacho no pasó inadvertido para el entrenador Pincho Gutiérrez quien rápidamente lo captó como discípulo.
Los éxitos no tardaron en aparecer. Eladio, conocido ya como el Black Bill, demostró sobre el ring toda su calidad como deportista y también enseñó en la calle su torpeza para manejar las finanzas. En su primera etapa en Nueva York sobresalieron sus espectaculares triunfos sobre los campeones del mundo Izzi Schwart y Panamá Al Brown.
Con un poco de suerte, Black logró preparar una pelea por la corona mundial ante el titular mosca Midgest Wolgart en el neoyorquino Madison Square Garden. Ese pudo haber sido su gran momento deportivo; además, necesitaba a toda costa el dinero para pagar sus extensas deudas. El 21 de marzo de 1930 el Garden mostró un lleno completo para la confrontación entre los dos grandes. Al principio las cosas comenzaron muy bien para el cubano; pero la suerte, una vez más, le iba a ser esquiva a Black Bill.
Wolgast notó que Eladio tenía serios problemas con su ojo izquierdo y se dedicó a golpear con mayor fuerza ese lado del rostro. Poco a poco, y a base de golpes rectos, logró cerrar por completo el ojo de Black. La pelea quedó decidida. Narran las crónicas de la época que al bajar del ring, derrotado, Eladio abrazó a Kid Chocolate, quien trató de darle ánimos. La respuesta de Black Bill: “para mí todo acabó. Ahora te toca a ti”.
El postrero esfuerzo de Kid Charol
Esteban Gallard, para el mundo del boxeo el Kid Charol, comenzó a boxear en los primeros años de la década del veinte del pasado siglo en su natal Sagua la Grande, en la actual provincia de Villa Clara. A diferencia de otros pugilistas, Gallard optó por pelear en Sudamérica, en lugar de Estados Unidos y, especialmente en Argentina, obtuvo algunos éxitos importantes.
En 1929 la salud del Kid Charol empeoró, pero él también necesitaba dinero para sufragar las cuantiosas deudas contraídas y por eso siguió entrenando e incluso se las arregló para preparar un combate ante el campeón de los pesos medios, Dave Chade, quien viajaría hasta Argentina para efectuar allí la pelea.
El duelo entre Charol y Dave Chade alcanzó límites dramáticos cuando los periodistas le preguntaron al cubano si aceptaba el reto y este se desmayó y tuvo que ser llevado de regreso al hospital. El encuentro parecía cancelado; sin embargo, desde su cama Gallard confirmó que se efectuaría el combate en la fecha señalada.
El 30 de abril de 1929, en el Parque Romano de Buenos Aires, el Kid Charol enfrentó a Dave Chade y la pelea fue considerada tablas después de doce asaltos de fuertes intercambios de golpes.
Esa fue la última hazaña sobre el cuadrilátero del Kid. La tuberculosis había penetrado su cuerpo y el 7 de octubre finalmente terminó la vida de uno de los grandes del boxeo cubano.
La última pelea del Kid Paret
Desde los años finales de la década del cincuenta, Bernardo Paret ya era para todos el Kid Paret y muy lejanos parecían los días de extrema pobreza en su natal Santa Clara, donde se inició dentro de las doce cuerdas. Todavía seguía sin saber leer y firmaba con la huella dactilar, pero su nombre había aparecido en repetidas ocasiones en los titulares de varios medios de comunicación norteamericanos. En 1960 el Kid se proclamó campeón mundial de la división welter, después de vencer por puntos a Don Jordan.
No obstante, los días de festejos del Kid Paret no estaban destinados a durar. En abril de 1962 el cubano enfrentó, una vez más, a Emile Griffith. En su primer enfrentamiento el estadounidense sorpresivamente puso fuera de combate al Kid; aunque algunos meses después este tomó desquite.
Para el tercer pleito entre ambos por la discusión del título, el Madison Square Garden mostró un lleno impresionante. Desde el primer campanazo Griffith fue muy superior al Kid quien había sufrido una fuerte golpiza anterior a manos de Gene Fullmer.
El Kid Paret no pudo hacer nada ante el despiadado ataque de su rival. Cayó sobre la lona y el árbitro Ruby Goldstein tuvo que sujetar a Griffith porque pensaba continuar con los golpes sobre el caído.
Bernardo Paret fue hospitalizado urgentemente. Nunca recobró el conocimiento y su muerte conmocionó al mundo del boxeo. Cuenta el periodista Jorge Alfonso que al morir el Kid no tenía ni un centavo, aunque en su corta carrera ganó cerca de un cuarto de millón de dólares.
Publicado en Habana Radio