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Te vamos a extrañar Alex Rodríguez

Alex con un uniforme que ya no vestirá en el Clásico
Alex con un uniforme que ya no vestirá en el Clásico

Es una lástima Alex, porque me hubiera gustado verte defender la tercera base de República Dominicana. Muchos incluso no dudaron en especular, cuando te retiraste lesionado del partido de preparación, que podías estar fingiendo los dolores para no llegar al Clásico porque tal vez “temías por los exámenes antidoping”.

Eso es demasiado injusto, Alex, y aclaro que soy uno de los miles de decepcionados después que tu nombre fue asociado, irremediablemente, con las sustancias prohibidas. Siempre creí que no las necesitabas para brillar por encima de todos los peloteros de tu generación. Yo era uno de los que te perdonaba todos los “deslices”, que necesitaras un entrenador solo para ti, que ganaras más de 100 mil dólares por partido, que se te “olvidara” batear en los desafíos de postemporada cuando los Yankees—mis Yankees que sigo desde la Serie Mundial de 1996, esa a la que tú soñabas llegar en tus días con los Marineros de Seattle—te necesitaban más que nunca.
Todo eso te lo perdonaba porque me parecías el pelotero ideal. Y ya ves, Alex, me equivoqué; pero nadie podrá negar el interés que le pusiste al Clásico. Cuando otros súper millonarios ni siquiera se preocuparon en participar en el primer Clásico, en 2006, tú siempre estuviste de acuerdo y optaste por Estados Unidos. Está bien, no voy a entrar en discusiones sobre cuán acertada o desacertada fue esa decisión. Podías jugar por Dominicana y finalmente vestiste  el uniforme de USA. Y realmente no les fue nada bien Alex y créeme que yo era uno de los que consideraba favorito a los norteamericanos en aquel Clásico.

Tres años después Alex, con una muy controvertida extensión del contrato con los Yankees que lució más a una soap opera que a una negociación normal, gracias a las “buenas maneras” del codicioso agente Boras, volviste a dar el sí al Clásico.

Y esto te hizo crecer ante mis ojos porque ni Manny, ni Howard ni tantos otros quisieron jugar con sus países. Pero una lesión te acaba de sacar del Clásico y es una lesión real Alex, no el “miedo a los exámenes”.

Entonces tendrás que ir al quirófano, quizás para finales de 2009,  y los dominicanos te van a extrañar, ni hablar de los Yankees. Solo me queda desearte suerte. Ojalá puedas limpiar tu nombre y no precisamente por pagar elevadísimas sumas a los mejores abogados, sino mediante tu actuación sobre un terreno de juego. Cuando regreses, te tocará demostrar que el doping quedó en el pasado.

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