La figura de José Martí nos resulta muy conocida para todos los cubanos. De él tenemos siempre la imagen del extraordinario revolucionario, del gran escritor, de un hombre, sin dudas, con ideas adelantadas para su tiempo. Pero no siempre profundizamos en su vida y, en ocasiones, dejamos fuera aspectos de su personalidad que, de conocerlos, nos permitirían alejarnos de estereotipos. Afortunadamente, y con el paso del tiempo, se ha escrito más acerca de los vínculos de Martí con los deportes. Se conoce que practicó una sola especialidad: el ajedrez; pero en sus crónicas demostró poseer conocimientos sobre carreras de fondo, fútbol americano, billar, boxeo, equitación, esgrima, caza, corridas de toros y patinaje, entre otros.
En un artículos publicado en marzo de 1883, Martí escribió sobre la importancia de la práctica del deporte:
“En estos tiempos de ansiedad de espíritu, urge fortalecer el cuerpo que ha de mantenerlo. En las ciudades, sobre todo, donde el aire es pesado y miasmático; el trabajo, excesivo; el placer, violento, y las causas de fatiga grandes, se necesita asegurar a los órganos del cuerpo, que todas estas causas empobrece y lastiman, habitación holgada en un sistema muscular bien desenvuelto, nivelar el ejercicio de todas las facultades, para que no ponga en riesgo la vida. A los niños, sobre todo, es preciso robustecer el cuerpo a medida que se les robustece el espíritu.”
Para casi nadie es un secreto la afición de Martí por el ajedrez. Incluso llegó a practicarlo durante sus estancias por México y Guatemala. Las primeras pruebas concretas del interés del Maestro por el juego ciencia son de febrero de 1875, en México, exactamente en la casa del emigrado cubano Francisco Zayas Bazán. Este hombre era el padre de Carmen, quien años después se casaría con Martí y ambos tendrían un hijo. Por tanto, el ajedrez fue la excusa empleado por el Apóstol para visitar, varias noches a la semana, el hogar de los Zayas Bázan. Así lo relata el mexicano José de Jesús en un artículo titulado “Martí en México”:
«Zayas Bazán era un apasionado jugador de Ajedrez; Martí, lleno de cortesía, accedió a ser el compañero de Zayas Bazán, renovando la tradición de magníficos adeptos al juego de Filidor que gozan los cubanos en México -Andrés Clemente Vázquez, Manuel Marques Sterlin, entre otros- … Pacientemente aceptó hacer su contrincante frente al tablero, y noche a noche acude al hogar de la familia Zayas Bazán, casa contigua a la redacción de la «Revista Universal» donde trabajaba.”
En un relato del escritor Manuel Villa, reproducido en la revista “Ajedrez en Cuba”, en 1960, se vuelve a la idea del interés de Martí por el juego:
«Otros de los cubanos prominentes que se hallaban en México cuando llegó Martí -en 1875- era Andrés Clemente Vázquez, famoso ajedrecista que fundó la revista de ajedrez «La Estrategia Mexicana». Positivamente Vázquez y Marqués Sterling eran íntimos amigos de José Martí, y aparte de las peñas literarias, coincidían en círculos donde se practicaba el ajedrez.”
Martí llegó a poseer un claro dominio sobre la materia ajedrecística y muestra significativa de ello es la referencia que hizo en la “Revista Universal”, del 20 de julio de 1876, acerca de la publicación del primer número de la revista “La Estrategia Mexicana”.
«Están en horabuena los discípulos de La Bourdonnais y Stauton. Según sabemos, desde el próximo domingo comenzará a ver luz pública en esta capital un periódico que se ocupará únicamente de ajedrez y saldrá del establecimiento tipográfico de San José de Gracia.
Dirigirá el periódico nuestro amigo Andrés Clemente Vázquez y colaborarán en él varios notables ajedrecistas extranjeros y los más distinguidos amateurs del club de México… Lo primero que tendrán los subscriptores de La Estrategia, será el match que acaban de jugar en Londres por el campeonato del mundo -no oficial- Henry Blackburne, británico y Wilheim Steinitz, austriaco; y la obra Morphy’s Games, escrita en Inglés por Lowenthal, vertida al castellano por A.C. Vázquez y Antonio Fiol.
Nuestras más sinceras felicitaciones a los ajedrecistas de México y que La Estrategia viva tanto que adquiera tanta celebridad como la que Saint Amant y La Riviere han publicado y publican en la capital de Francia.”
Algunos años después, al trasladarse Martí a Guatemala, fue compañero de juego del general Miguel García Granados, ex-presidente de la República y padre de María García Granados, a quien Martí dedicara su inolvidable poema “La Niña de Guatemala”.
La única partida jugada por Martí que se conserva es del año 1876, durante su estancia en México, y fue contra el niño de 11 años Andrés Ludovico Viesa. En ella Martí hizo algunas jugadas para probar la capacidad de respuesta de Ludovico y este fue capaz de derrotarlo. La partida no posee ningún valor desde el punto de vista deportivo; pero sí constituye una prueba histórica de la relación del Apóstol con el juego ciencia.
Martí fue un duro crítico de los deportes donde predominaba la violencia. El boxeo, las corridas de toros, las competencias de corredores a pie y el fútbol americano recibieron el afilado verbo del Maestro.
En una crónica publicada por el periódico La Opinión Nacional de Caracas, el 4 de marzo de 1882, titulada “Una pelea de premio”, Martí calificó al boxeo como “una cosa brutal, vacía de hermosura y de nobleza”. Y en otra parte del texto añadió: “aquí los hombres se embisten como toros, apuestan a la fuerza de su testuz, se muerden y se desgarran en la pelea, y van cubiertos de sangre, despobladas las encías, magulladas las frentes, descarnados los nudos de las manos, bamboleando y cayendo, a recibir entre la turba que vocea y echa al aire los sombreros…”
Más que la crítica al combate boxístico, Martí analiza el impacto social que tiene la bestial pelea y termina su artículo con esta reveladora frase: “Es este pueblo [el norteamericano] como grande árbol: tal vez es ley que en la raíz de los árboles grandes aniden los gusanos.”
En otro artículo suyo, este publicado por el diario neoyorquino The Sun, el 31 de julio de 1880, Martí relata una corrida de toros en Madrid. A través de ella, las palabras sangre, muerte, además de los supuestos gritos de alegría, aparecen continuamente, como una forma de ilustrarnos la deshumanización a la que se puede llegar en las corridas.
“Si un toro magulla a un hombre y queda sobre el suelo, dado por muerto, a nadie le importa. Se continúa la función igual y a veces se aplaude al toro. Si da una cornada a un ayudante antes de que sus compañeros puedan venir en su auxilio, no sale un solo grito de temor o un murmullo de piedad de la multitud.”
Sobre las justas mercantiles de corredores a pie escribió Martí en “La Opinión” de Caracas, el 22 de marzo de 1881:
“Con más dificultad se abre paso el espíritu por entre las brumas húmedas de este mes de marzo, que lo espantan y contristan y lo invitan a no salir de sí sino a reentrar en sí, que aquellos que en, en este instante mismo, apretados los codos a ambos costados, cerrados los puños, jadeante la faz, y flagados los pies, tajan el aire en una carrera, los “caminadores”, que en torneos por dinero comparten con sus hazañas repugnantes, su marmórea, y sus ojos salidos de las órbitas, la admiración de un público enfermizo que ha aprendido a mirar sin dolor las lastimaduras de los pies y las del alma.
Y esto lo hacen porque se ha prometido que aquel de los caminadores que haya andado más espacio al cabo de ciento cuarenta y dos horas, ganará para sí tantos millares de pesos cuantos sean los que se hayan presentado a tornear, cada uno de los cuales deposita un millar a la entrada, y ganará también si anda los seis días del torneo, quinientas veintidós millas, o más, todos los dineros del público que acude ávido a todas horas del día y de la noche a ver cómo el fornido inglés Rewell, de piernas cortas, que anda en veintidós horas y media ciento cincuenta millas, vence sin esfuerzo a Scout gigantesco, que viste camisa de lana blanca y calzón rojo, y a Hazael que tiene de zorra, y lleva piernas encarnadas y azules , y al escocés Noremac, que tiene de lobo y a seis días y a Sullivan, que luce traje verde, y a Hart, el negro esbelto, de andar rítmico y cuerpo donairoso, que corre por entre sus rivales con los brazos llenos de cestos de flores que le dan las damas…”
El fútbol americano, uno de los deportes más violentos del mundo y causante de enormes daños en el cuerpo del ser humano, también recibió la crítica de Martí. Acerca de un partido entre los colegios de Yale y Princenton, escribió en “La Nación” de Buenos Aires, el 11 de enero de 1885:
“Debajo de mis ventanas pasa ahora, en una ambulancia, en trozos, unidos apenas por un resto de ánima el capitán de uno de los bandos de jugadores de pelota de pies… A las dos comenzó el juego: las seis no era aún terminado…Se asen por las quijadas: se oprimen las gargantas: se buscan las entrañas, como para sacárselas del cuerpo: resuenan como duelas de caja rota, los huesos de los pechos. Se patean, se cocean, se desgarran… Agoniza en la arena, y lo sacan en brazos. El juego sigue, y el vítor, y el aplaudir de las mujeres. A otro le cuelga el brazo dislocado. A otros les corre la sangre por los rostros.”
Estos son algunos ejemplos que demuestran cómo Martí también tuvo conocimientos sobre los deportes y se interesó por ellos. Mientras más penetramos en su vida, en sus escritos, percibimos con mayor intensidad toda la grandeza de un hombre adelantado para su tiempo.
Publicado en Habana Radio
El fútbol americano, uno de los deportes más violentos del mundo y causante de enormes daños en el cuerpo del ser humano…
si me pagaran 5 centavos por cada vez que he oído eso.
un saludo.
Un saludo para Garrincha:
No creo que haya que pagar cinco centavos por esa frase cuyo contenido comparto enteramente, aunque me declaro un fanático al fútbol americano y lo sigo con gran frecuencia, como podrá comprobar en mis post de este blog, es innegable que en la NFL la excesiva violencia lamentablemente afecta no solo a la salud de los fornidos atletas, sino también al espectáculo. Los ejemplos, muy recientes, hablan por sí mismos: McGee en el partido de campeonato de la AFC; la rodilla de Carson Palmer hace dos años, las enormes listas de lesionados previos a los partidos.
brother,
lo que me llama la atención es que el 80% de los comentarios sobre la nfl es solamente para referirse a la violencia.
si una tercera parte de los atletas que practican football a todos los niveles todos los días (un platanal de miles y miles) se dedicaran al boxeo, el lacrosse, el hockey o el rugby -y se publicaran las estadísticas- vamos a ver las mismas o peores lesiones.
ojo, el football tiene en su contra que los atletas son más rápidos, más pesados, más exigidos y más especializados.
y hasta los coaches se quejan de que con tal de salir en los highlights de espn muchos van a noquear (mc gahee contra pitt quedó k.o) en vez de a taclear, y pierden derribos o paradas de balón.
el argumento en contra es: ¿quién va a taclear de brazos a brandon jacobs en los dos años de vida útil que le queda en la liga?»
el espectáculo de antiguos jugadores de fottball que no pueden ni peinarse sin tomarse u batido de motrin ha despertado un coro de protestas por el descuido, el abandono y, sí, por la violencia del juego.
roger goodell ha dado carreritas para resolver esto (mala publicidad es mala publicidad, pese a lo que digan algunos) y por primera vez se han proninciado de frente sobre el tema.
ES un deporte violento.
pero no menos que otros tantos, que al no tener el volumen de atletas en activo, no ofrecen las mismas pérdidas en combate.
a lo que voy, hay un jerry rice.
y hay un earl campbell todo jodido.
pero también hay un deporte.
y el que no lo entiende se agarra de la violencia para decir algo cuando no tiene nada mejor que decir.
ojo:
no estoy diciendo que es tu caso en esta columna.
pero si fuera a cobrar 5 centavos por cada vez que oigo eso de los pobrecitos gladiadores…
millonario.
sería millonario.
un abrazo, man.
y me cuadra mucho tu columna.
Otro abrazo para Garrincha:
Estoy de acuerdo contigo en que se enfatiza demasiado en la violencia dentro de la NFL, y quizás hasta utilicen eso como «excusa» para sencillamente olvidarla, por lo menos en Cuba. Es uno de los deportes más completos y donde la preparación física no siempre es suficiente, tal vez por eso me molesta tanto cuando se producen cosas como las de McGee en Pittsburgh, acciones absolutamente injustificables y que ofrecen precisamente eso, «mala publicidad», como «mala publicidad» es lo de Burress y sus estupideces y lo del (quién se acuerda después de esta temporada eh ?) antiguo QB de Atlanta, el señor peleador de perros Michael Vick
la nfl tiene un problema con la imagen fuera del terreno.
el plan de charlas sobre behavior counseling a cada novato que entra a la liga con esa retaíla de dólares no es suficiente.
la lista es larga.
larguísima.
y la nfl tiene miedo de que se le convierta en una nba.
Es para tener miedo con repetir el ejemplo de Artest y compañia en la NBA. Esperemos que el Super Bowl vuelva a estar reñido y que Pittsburgh gane, aunque simpatizo con Warner, que debió ganar su SB contra los Patriots y que ha sabido levantarse, algo muy difícil en una liga tan competitiva y a su edad.
No me gusta ese deporte..lo encuentro brutal y stupid…por eso no se ha generalizado en el mundo…no he soportado ver ni el inico de un juego….It’s all about money….
jeej jeej jeeej jeeej…