Muchas veces se ha escrito que una cosa es la temporada regular y otra bien diferente los play offs. Esta sentencia cobra mayor fuerza si ese play off es de un solo partido. El famoso “momento” en que llegan las selecciones a ese encuentro decisivo es fundamental y quedó demostrado en la segunda semana de los partidos de postemporada de la NFL, cuando tres de los cuatro sembrados—New York Giants, Carolina Panthers y Tennessee Titans—quedaron eliminados y solo uno de ellos—los Titans— ofreció una verdadera resistencia; mientras los otros dos cayeron ampliamente ante equipos que no fueron considerados favoritos.
La escena queda lista para que Pittsburgh y Baltimore, las dos grandes defensivas de la Conferencia Americana, luchen por un puesto en el Super Bowl XLIII; mientras en la Nacional, las dos mayúsculas sorpresas, Philadelphia y Arizona, intentarán alcanzar el ansiado juego que pocos, para no ser absolutos, predijeron que alguno de ellos llegaría.
Los campeones vigentes, los Giants, tuvieron uno de sus peores juegos de la temporada y los Eagles, con Donovan McNabb al frente, los aplastaron 23-11, nada menos que en el “Giant Stadium”. Los Eagles son la gran sorpresa de la NFL y hay que darle crédito a su entrenador Andy Reid—al que estuvieron a punto de despedir cuando el equipo parecía quedar fuera de la postemporada.
Eli Manning no pudo con el planteamiento defensivo de los Eagles y Brandon Jacobs poco pudo hacer. Ahora McNabb y compañía viajan hasta Phoenix, Arizona, para enfrentar allí a la otra sorpresa, los Cardinals quienes vencieron sin grandes problemas a los Panthers por 33-13. El veterano Kurt Warner—todavía lo recuerdo cuando lideraba a uno de mis equipos favoritos, los ahora muy disminuidos Saint Louis Rams—de seguro lo pensará dos veces antes de acogerse al retiro. A sus 37 años ha lucido muy bien y sus recibidores abiertos, con Fitzgerald a la cabeza, serán un constante peligro para los Eagles.
Mi pronóstico es un 28-24 para Philadelphia y el segundo viaje al Super Bowl en la última década del complejo dúo McNabb-Reid.
Por la Americana el partido de campeonato promete muchísimos menos puntos. Los Titans pagaron muy caro sus 3 turnovers en la zona roja contra la excelente defensiva de los Baltimore Ravens—aunque esta vez el free safety Ed Reed no tuvo su mejor encuentro. Fue increíble ver cómo Kerry Collins no pudo llevar a su equipo a por lo menos un gol de campo que les diera ventaja porque encontraron muchísimas oportunidades. El entrenador Jeff Fischer tuvo el partido en su mano cuando ordenó un gol de campo en cuarto down-1 y suficiente tiempo para intentar cualquier variante. Prefirió lo más lógico: pateó el gol de campo y empató el partido; sin embargo, el mariscal novato Joe Flacco mostró su clase y condujo la marcha hasta el decisivo gol de campo. Fin de la historia para una franquicia que sigue soñando con llegar a otro Super Bowl—para la historia la atajada de Mike Jones en la yarda 1 sobre Kevin Dyson en los instantes finales del Super Bowl XXXIV contra Saint Louis.
Los Steelers hicieron lo que mejor saben: defender y con un restablecido Willy Parker, el mariscal Ben Roethlisberger se las ingenió para lograr el triunfo por 35-24 sobre unos San Diego Chargers que jugaron todo el tiempo sin el lesionado corredor LaDainian Tomlinson.
Pittsburgh es mi favorito y ojalá consiga regresar al Super Bowl; sin embargo, los Ravens llegan en un gran momento. No es necesario ser un gran experto de la NFL para comprender que habrá pocos puntos en la pizarra del Heinz Field. El pronóstico es un 17-14 para los Steelers.
[…] La caída de los favoritos en la NFL y el gran vuelo de los Eagles […]
el secreto del descalabro de los Giants frente a Philly está en dos hechos:
plaxico burress se sacó el mismo de la temporada con la estupidez del pistoletazo en la pierna.
¿resultado? las defensas no tenían a quién doblar y se distribuían cómodamente con los otros recibidores de New York.
adiós possesion receiver, adiós balones altos en el end zone, adiós juego terrestre campo abajo.
el otro hecho es que todo el pass rush de NY le llegó a McNabb… ¿cuántas veces?
cero, zilch, niente, nil, nada…
y reconozcámoslo, brandon jacobs es bastante brutico.