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La larga y paciente espera del documental Fuera de Liga

Fuera de Liga recoge la historia del equipo Industriales
Fuera de Liga recoge la historia del equipo Industriales

Confieso que había visto el documental “Fuera de Liga” al menos en cuatro ocasiones antes de que finalmente fuera exhibido en un cine cubano—el 23 y 12— durante la trigésima edición del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano. La primera vez fue poco tiempo después que su realizador Ian Padrón lo terminara. Ocurrió en 2004 y apenas éramos un poco más de treinta estudiantes de periodismo, ávidos por presenciar un material del que muchos hablaban ya—incluso aquellos que no sabían nada de pelota. El propio Ian Padrón fue al aula de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana y allí debatimos varios puntos con los que estábamos de acuerdo o no en su obra.

 

Recuerdo varios momentos de la conversación con Ian Padrón esa tarde. Las preguntas recorrieron los más diversos aspectos presentados en “Fuera de Liga”, desde el porqué del receptor Alden Mesa como uno de los narradores de los primeros minutos hasta el viaje del realizador a Estados Unidos para entrevistar a peloteros que integraron, en algún momento, las filas de Industriales y del equipo Cuba. No todos salieron convencidos con las respuestas de Padrón; pero creo que nadie dudó de la honestidad con que defendió sus puntos de vista, solo que la diversidad de criterios es válida.

Sí, porque ciertamente «Fuera de Liga» tiene muchas aristas discutibles y esa es una de sus principales virtudes. Sí, aparecen peloteros que ya no viven en Cuba, algunos de ellos estrellas como Orlando El Duque Hernández, René Arocha o Manuel Hurtado—a quien solo había visto en fotos muy antiguas— o Kendry Morales. Sí, es cierto que presenta un panorama poco alentador sobre la pelota cubana. Sí, es cierto que tal vez peca de una visión “demasiada” capitalina, porque, a fin de cuentas, el documental es sobre Industriales, aunque sería injusto medir la situación de la pelota nacional solo por lo que sucede en La Habana.

Por supuesto que discrepo con muchos de los puntos de vistas defendidos por Ian Padrón; sin embargo, muchas de las cosas que plantean los entrevistados sobre las malas condiciones en que vivían los peloteros, la falta de “espectáculo” que no se resuelve con la comercialización de algunas camisetas y gorras, la injusticia cometida con Rey Vicente Anglada—quien nunca recibió una disculpa—, las apuestas en la pelota, son temas habituales de conversación entre los que seguimos el béisbol, no solo el cubano y a veces me parece que el silencio sobre esos “puntos candentes” de nuestro deporte, en lugar de beneficiar al desarrollo, provocamos que los fanáticos crean menos en nuestros medios de comunicación. No debería ser así. Tal vez parezca una visión ingenua, pero es la que trato de defender.

A pesar de que ya había visto el documental, estuve entre los que asistimos a su proyección en el cine 23 y 12. Las gorras con el logo de Industriales predominaban. No soy seguidor de Industriales y aunque viva en la capital sigo sufriendo por Villa Clara, ya sin Víctor Mesa, mi gran ídolo, sobre todo cuando me maravillaba en el jardín central y no tanto como director. Los aplausos finales del público me confirmaron que “Fuera de Liga”—proyectado una vez por el Canal Habana sin mucha publicidad previa—planteó muchas cosas que todavía no han encontrado solución.

Las palabras finales de Ian Padrón, antes de que se apagaran las luces y surgieran las primeras letras—nada menos que una producción apoyada por el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográfica, el ICAIC—resumen mi estado de ánimo esa tarde cuando dijo que la historia había demostrado que “Fuera de Liga” no debió esperar cinco largos años para que cualquier público tuviera acceso a él.

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