El chino Liu Xiang no dudó en felicitar al cubano Dayron Robles cuando este impuso su impresionante récord mundial en los 110 metros con vallas y aseguró no estar sorprendido; tampoco muchos se sorprendieron cuando el jamaicano Usain Bolt logró una nueva primacía en los 100 metros planos; sin embargo, estos resultados contrastan con algunos estudios científicos que exponen el cercano límite de las capacidades fisiológicas del ser humano.
Robles logró 12,87 segundos en la reunión atlética de Ostrava y dejó atrás, por una centésima de segundo, el anterior primado de Xiang, conseguido en 2006. De esta manera se convirtió en el segundo vallista cubano en implantar un récord después de Alejandro Casañas quien en 1977 corrió la distancia en 13,21 en Sofía, la capital búlgara. Robles, oriundo de la oriental provincia de Guantánamo, estuvo cerca de romper el récord en los 60 metros con vallas este año y en Ostrava, sin la presencia de las principales estrellas aprovechó la buena arrancada y el viento a su favor para obtener el mejor tiempo en la historia.
¿Cuánto durará el récord de Robles? Colin Jackson ostentó el suyo desde 1993 hasta que Xiang lo derrumbó en 2006. La rivalidad existente entre el chino y Dayron Robles presagia que la marca de 12,87 no está destinada a permanecer mucho tiempo imbatible.
Usain Bolt también fue espectacular. El joven jamaicano, de solo 21 años y 1,90 metros de estatura, marcó 9,69 segundos en la cita de Beijing. El nuevo récord en la más veloz de todas las especialidades suscitó nuevas polémicas acerca de los límites físicos reales de los atletas. En diversas partes del mundo se habla de un próximo fin de los records; mientras, otras personas abogan incluso por realizar investigaciones en las marcas más antiguas y borrar de los libros aquellas donde existan dudas sobre su veracidad por supuestos casos de dopaje no detectado.
La lista de registros dudosos es extensa y en el atletismo femenino la encabeza la controvertida Florence Griffith y sus tiempos fuera de serie en 100 y 200 metros que ya llevan vigentes dos décadas y nadie se ha acercado a ellos. El sorpresivo retiro de Griffith y su extraña muerte abrieron el camino de las interrogantes. Los hombres también tienen sus dudas, en especial en el área de lanzamientos. Dos aparecen como los principales “sospechosos”: el alemán Jürgen Schult, quien envió el disco hasta los 74,08 metros en 1986 y el entonces soviético Yuriy Sedykh, recordista en el martillo con 86,74 metros, también en 1986. A ninguno de los dos se les pudo probar que estuvieran dopados en aquel momento, por tanto, no tiene sentido que ahora alguien intente revisar esas competencias.
De acuerdo con los resultados de un estudio realizado por expertos del Instituto de Investigación Biomédica y Epidemiológica del Deporte en Francia, dentro de veinte años no se impondrán marcas deportivas porque se habrá llegado al límite de las capacidades fisiológicas de la raza humana. Para sustentar esta afirmación los franceses demostraron que en 1896 los atletas funcionaban al 75% de sus capacidades y en la actualidad alcanzan el 99%. Si prevalecen las actuales condiciones, en 2027 las marcas mundiales solo mejorarán un 0.05%. Además, los científicos afirmaron que en 2060 la única forma de registrar nuevas marcas en eventos como los 100 metros será medir con milésimas de segundo, en maratones con centésimas de segundo y en levantamiento de pesas en gramos.
La investigación francesa, publicada en la revista de la Biblioteca Pública de Ciencias, PLoS One y citada por la BBC en su versión online, especifica que estas tendencias se confirman en todas las modalidades de esfuerzo físico, ya sea actividad aeróbica, como el patinaje de velocidad; la anaeróbica, por ejemplo el levantamiento de pesas; el uso de miembros inferiores, como en el ciclismo y de los miembros superiores en el lanzamiento de la bala.
No todos concuerdan con los resultados de las investigaciones y aunque ciertamente el número de marcas mundiales impuestas en los últimos tiempos en el atletismo ha disminuido, en la natación, por citar un solo ejemplo, la introducción de un moderno traje de baño ha permitido que los récords se rompan con una facilidad inimaginable apenas un lustro atrás.
Uno de los atletas más completos de todos los tiempos, Carl Lewis, multicampeón olímpico en el salto largo y quien ostentó durante un tiempo la primacía mundial en los 100 metros planos, no considera que esté limitada la evolución de los records. Los deportistas tienen un récord para perseguir y siempre se podrá quebrar, aclara Lewis.
Atletas con mejores condiciones físicas que aprovechan los adelantos tecnológicos en el calzado, pistas cada vez más rápidas, junto a modernas técnicas de entrenamiento, garantizan que, al menos en los próximos años, los fanáticos continúen esperando que aparezca alguien capaz de llevar a los libros un nuevo tope mundial.
Más allá de la tecnología, otro gran corredor, Valery Borzov, doble titular olímpico en 100 y 200 metros en la cita de Munich, en 1972, insistía en un elemento que muchos olvidan: el control mental, quizás la clave fundamental que permitirá explicar los futuros records en el universo atlético.
Publicado en el portal Cubasí y luego en la revista La Calle del Medio