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Historia de la Copa Davis de tenis

Todos luchan por la Ensaladera de Plata
Todos luchan por la Ensaladera de Plata

Todo comenzó como un simple duelo entre jóvenes universitarios. De seguro Dwight Davis y sus compañeros de Harvard nunca imaginaron que sus deseos de demostrar la superioridad en el tenis, sobre los británicos, terminarían convertidos en  el torneo deportivo anual más largo del planeta; un evento en el que participan más de un centenar de naciones con el objetivo final de inscribir el nombre del país sobre uno de los trofeos más apreciados: la Ensaladera de Plata.Dwight Filley Davis, junto a tres amigos de Harvard, decidió en 1899 retar a los británicos a una serie de partidos de tenis. La rivalidad por aquel entonces entre las universidades era enorme y al no existir un campeonato que determinara quién era el mejor, entonces cada cual se autoproclamaba como el más completo. La idea de Davis fue bien acogida y la Federación norteamericana de tenis aprobó conceder un préstamo que permitió el desarrollo del match.

Un año después, la iniciativa se convirtió en realidad sobre las canchas del Longwood Club de Brookline, estado de Massachussets. Pero el dinero de la Federación no alcanzó para todos los gastos y Davis puso 700 dólares de su bolsillo para comprar el trofeo de plata, con un baño de oro, de 13 pulgadas de alto y 18 de diámetro que sería entregado al ganador con su nombre inscrito sobre él.
La estructura del match entre norteamericanos y británicos también fue una idea de Davis. Dos partidos individuales en la primera fecha, el encuentro de dobles el segundo día y otros dos desafíos en la tercera jornada decidirían al campeón. Este sistema de competencia resultó tan atractivo que todavía se mantiene.

Los norteamericanos sorprendieron a los británicos con tres rápidos triunfos. Davis dio la primera victoria y al día siguiente se unió a Holcombe Ward en el partido de dobles. En la fecha conclusiva, ya con el torneo decidido, Davis se enfrentó a Arthur Gore, y comenzó delante en el primer set; pero ante el persistente empate en el marcador, decidió dar por terminado el torneo.

En 1901 no se celebró el encuentro y, un año después, el nuevo match entre británicos y norteamericanos tuvo un final dramático, pues los retadores tomaron ventaja de 2 a 1; sin embargo, un fuerte repunte de los campeones les permitió retener la Ensaladera. La buena suerte estadounidense terminó en 1903 cuando los hermanos Reginaldo y Laurie Doherty colocaron el nombre de Gran Bretaña sobre el trofeo.

El sistema ideado por Davis había demostrado ser exitoso y para 1904 Bélgica, Austria y Francia decidieron unirse al torneo. La final se trasladó hasta la canchas de Worple Road, de Wimblendon, y en su terreno los británicos conquistaron tres cómodos triunfos consecutivos. Con la entrada en 1905 de la selección de Australasia, una unión entre jugadores australianos y neozelandeses, el evento se extendió hasta otro continente y en los siguientes años se jugó tanto en Melbourne como en Nueva Zelanda.

Los australianos decidieron separarse y desde 1909 formaron un equipo muy fuerte que frenó el ímpetu de los británicos. La primera Guerra Mundial detuvo durante un lustro la discusión de la Ensaladera y, luego de finalizado el conflicto bélico, se inició el dominio norteamericano con siete éxitos al hilo, entre 1920 y 1926. Ninguna otra selección, en los más de cien años de historia de la Copa, ha logrado repetir tal hazaña.

En 1945 falleció Dwight Davis  y en su honor el evento fue nombrado a partir de ese momento como Copa Davis. Decenas de naciones de los cinco continentes se integraron a la Copa y los organizadores tuvieron que diseñar un nuevo sistema de competencia, aunque se mantuvo la estructura de juego de Davis, es decir, los cuatro partidos de individuales y el de dobles.

A partir de 1972 el campeón defensor perdió su derecho de avanzar directo hasta la final y esta decisión de cierta forma “democratizó” más la Copa, a tal punto que desde esa fecha nadie ha logrado hilvanar más de dos triunfos consecutivos.

Algunos hitos en la Copa

La historia de la Copa Davis está llena de momentos curiosos y también espectaculares. Por ejemplo, la única vez que una selección ha logrado sobreponerse a un marcador adverso de 0-2 en la final ocurrió en 1939 cuando Australia venció a Estados Unidos. En los primeros años, la Copa siempre se efectuó en canchas cubiertas de hierba, pero en 1928, al trasladarse el duelo final hasta las canchas de Roland Garros, entonces la superficie empleada fue la de arcilla.
El partido de mayor duración se extendió por ¡6 horas y 22 minutos! y favoreció al norteamericano John McEnroe sobre el sueco Mats Wilander en 1982. Estos fueron los parciales que justifican las horas de juego: 9-7  6-2  15-17  3-6  8-6.
En 1993 por primera vez participaron en la Copa más de cien naciones, una cifra superada en 2000 cuando 142 países lucharon por la Ensaladera.
El récord mundial  de velocidad con el saque fue implantado en un encuentro de Copa y pertenece al norteamericano Andy Roddick, quien colocó una pelota a 249,4 kilómetros por hora contra Vladimir Voltchkov, en 2004. Y un último dato interesante: la mayor concurrencia para un partido de Copa ocurrió en la final de 2004. Más de 27 mil españoles presenciaron, en Sevilla, el duelo entre España y Estados Unidos.

Cuba entra en acción

La participación cubana en la Copa Davis se inició en 1924 cuando el equipo, formado por Rogelio Paris, Ignacio Zayas y Guillermo Sánchez, cayó 2-3 ante Canadá en canchas de ese país. En 1925 se jugó por primera vez en La Habana; pero ni la ventaja de local fue suficiente para impedir la barrida propinada por España 5-0. El desquite contra los canadienses, 3-2, en 1926, representó la primera victoria cubana.

Durante treinta años Cuba se mantuvo en la Copa; aunque con pobres resultados. A partir de 1959 comenzó una larga ausencia cubana que terminó, finalmente, en 1987. El momento cumbre del tenis nacional, al menos en la Copa Davis, llegó entre 1992 y 1993. Los triunfos ante Paraguay y Chile, ambos con marcadores de 4 a 1, llevaron a la selección hasta la discusión por la entrada al Grupo Mundial, antesala de los finalistas. Allí el rival fue Yugoslavia, un contrario de mucho más nivel; sin embargo, sobre esa nación existían sanciones de índole política y se le prohibió participar. Esto le dio la victoria a los cubanos por no presentación y la inclusión, por primera y única vez en su historia, en el Grupo Mundial.

A este grupo acceden cada año los mejores 16 equipos del planeta. Ya aquí los rivales fueron muy superiores y los cubanos cedieron por 0-5 contra Suecia y Rusia. Nuevas derrotas en los años siguientes llevaron al equipo nacional hasta el grupo tres de América, el más débil de todos los de nuestro continente. 

En las más de siete décadas de presencia cubana en la Copa Davis, el jugador más destacado ha sido Juan Antonio Pino, por varios años capitán del equipo. Pino jugó 13 años en la Copa e intervino en 63 partidos, tanto individuales como dobles, y terminó  con marca favorable de 34 triunfos y 29 fracasos.

La Copa Davis no descansa porque los equipos pueden celebrar hasta cuatro matches en diferentes momentos del año. Por lo general, los grandes jugadores defienden los colores de la bandera de su país, aunque en los últimos tiempos se han dado varios casos de estrellas que prefieren descansar o prepararse para otros torneos antes que asistir a la Copa. Lamentablemente esta es una tendencia que afecta no solo al tenis.

Dwight Davis, un siglo atrás, no hubiera podido imaginar que aquel simple duelo, entre estudiantes universitarios, se convertiría en el principal torneo de selecciones de tenis en el mundo; tampoco que su nombre, asociado a un enorme trofeo de plata, es hoy uno de los más grande sueños de cualquier tenista.

Publicado en Habana Radio

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