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La última temporada de la Liga profesional cubana

Los cuatro grandes de la Liga profesional cubana
Los cuatro grandes de la Liga profesional cubana

Por más de ochenta años la Liga profesional cubana de béisbol reunió a varios de los mejores peloteros del país, agrupados en diversos equipos, aunque solo dos, Habana y Almendares, lograron mantenerse en todos los campeonatos. Pero la Liga tenía sus días contados en 1961.

La Liga jugó su temporada inicial en 1878 y en el primer partido, efectuado el 29 de diciembre, los Leones del Habana derrotaron a sus eternos rivales, los Alacranes de Almendares por un marcador que se parece más a un juego de balonmano, nada menos que 21 a 20, gracias a un racimo de 8 anotaciones en la parte bajo del octavo capítulo. Los Leones, dirigidos por su también receptor, Esteban Bellán, finalizaron invictos con 4 triunfos, por delante de Almendares y Matanzas.

A partir de aquel campeonato, la Liga, con sus altas y bajas, interrumpida en sus primeras ediciones por las disputas internas entre los clubes y luego por la guerra de independencia, fue conquistando el favor del público y se convirtió en el principal espectáculo deportivo que se desarrollaba en la capital.

Entre los hechos más curiosos y brillantes vividos en la Liga se pudieran mencionar los tres jonrones en un juego conectados por Jimmy Bell en 1928, la racha de 30 partidos consecutivos bateando de jit de Alejandro el Caballero Oms también en 1928, las 39 entradas sin permitir carrera por Ramón Bragaña en 1942, los dos triunfos en tres días del zurdo Max Lanier contra el Habana que le dieron el triunfo final al Almendares en 1947 o los 16 cuadrangulares conectados por Lou Klein en 1953.

Por lo general, los campeonatos de la Liga cubana comenzaban en diciembre, se extendían aproximadamente por 3 meses y terminaban siempre antes del inicio de la temporada de las Grandes Ligas. Cuando se menciona la Liga, muchos solo reconocen la participación de los cuatro clásicos equipos: los Leones del Habana, los Alacranes del Almendares, los Tigres del Marianao y los Elefantes de Cienfuegos; pero tampoco podemos olvidar a otras selecciones que también hicieron historia en épocas diferentes como los Leopardos de Santa Clara, el Fé, el Matanzas y el San Franciso, entre otros.

La década de los cincuenta fue una de las más pródigas de todos los tiempos de la Liga Cubana  y comenzó con los tres campeonatos en línea ganados por los Leones habaneros, bajo el mando de Miguel Ángel González. Luego, en 1954 y 1955,  llegaron dos títulos consecutivos de los Azules del Almendares, con Bobby Bragan al frente. El Cienfuegos rompió años de sequía sin campeonatos y ganó el de 1956, mientras los Tigres de Marianao, con el polémico Napoleón Reyes como director, vencieron en 1957 y 1958. En 1960 nuevamente los Elefantes, ahora dirigidos por Antonio Tony Castaño, conquistaron el banderín y salieron como favoritos para la temporada de 1961.

 

La tensión y el deterioro en las relaciones entre el joven gobierno revolucionario y el norteamericano se trasladaban también hacia el béisbol. Quizás uno de los acontecimientos que más marcó la hostilidad estadounidense, al menos en el campo deportivo,  resultó el triste final de los Reyes Cubanos del Azúcar. Le recuerdo que en 1959 los Reyes, sobre la grama del por entonces Gran Stadium del Cerro, se habían proclamado como campeones de la Pequeña Serie Mundial de la Liga Internacional, al derrotar en el séptimo juego a los Minneapolis Miller.

Decenas de miles de cubanos asistieron a los partidos de aquella Serie y el triunfo de los Reyes en 1959 tuvo una amplia repercusión en todo el país. La temporada de 1960 de la Liga Internacional se inició con un juego entre los titulares y Rochester, como siempre en el Gran Stadium, y el Comandante en Jefe Fidel Castro lanzó la primera bola. A principios de julio de 1960 las amenazas se convirtieron en realidad y el presidente de la Liga Internacional, Frank Shaugnessy, decidió reubicar a los Reyes en Jersey City, para supuestamente “proteger a los jugadores”.

Este fue un burdo pretexto que nadie en Cuba aceptó y en señal de protesta, el director de los Reyes, Antonio Tony Castaño renunció a su puesto. El béisbol organizado norteamericano decidió elevar aún más el conflicto y decidió dejar sin efecto el acuerdo con la Liga, firmado en 1948 y que tantas críticas recibió. Poco después, la Liga cubana anunció que no contrataría a ningún pelotero estadounidense.

La temporada de 1960-1961 se jugó, por primera vez en décadas, solo con jugadores cubanos. Algunos apocalípticos se alarmaron y predijeron un fracaso. Se les redujo el salario a los peloteros y hubo que devolver las pelotas que caían en las gradas porque la compañía norteamericana que las comerciaba se negó a venderlas y las que estaban almacenadas no alcanzaban.

A pesar de estas noticias, la última Liga fue una de las más reñidas de todos los tiempos.  Entre los cuatro clásicos equipos que tomaron parte en aquel torneo, Cienfuegos, campeón de la edición anterior, era el favorito. Tony Castaño se mantuvo como el director de los Elefantes; mientras Regino Otero condujo a los Alacranes de Almendares, José María Fernández a los Tigres de Marianao y Fermín Guerra a los Rojos del Habana. Desde su posición de dueño, Miguel Ángel González observó cómo sus Leones terminaban en la tercera posición.

El campeonato llegó a su último día, el 8 de febrero de 1961,  con un empate entre el Cienfuegos y Almendares. En esa situación, Castaño llevó a la lomita a su gran estrella, Pedro Ramos quien dominó sin problemas a los Alacranes y Cienfuegos izó, por última ocasión, la bandera de campeón.

La gran figura de la Liga aquel año resultó Pedro Ramos con sus 16 triunfos y 150 ponchados. El habanero Julio Jiquí Moreno fue el de mejor promedio de carreras limpias con 2,03; mientras en la ofensiva, sobresalió el título de bateo para Octavio Rojas con 322 de average y los 15 jonrones de Julio Bécquer de Marianao.

La última Liga demostró que Cuba tenía suficientes peloteros para llenar las nóminas de los cuatro equipos  y mantener una excelente calidad. Además, la Liga salió de los terrenos del Gran Stadium del Cerro y regresó, al menos por unos días, al Palmar de Junco matancero, también fue a Cienfuegos y a Remedios. 

Dos días después de terminada la Liga estaba previsto que comenzara en La Habana la Serie del Caribe. Un año antes, los Elefantes de Cienfuegos habían dominado con amplitud la Serie; pero ahora no pudieron ni siquiera intentar revalidar su título, pues las demás Ligas de la región no quisieron romper con el béisbol organizado norteamericano, así que la Serie se tuvo que cancelar. Era el principio del fin.

La Resolución 83-A del Instituto Nacional de Educación Física y Recreación, terminó, en 1962, la práctica del béisbol profesional en Cuba y así desapareció, oficialmente, la Liga Profesional Cubana. Los jugadores que quisieron continuar con sus carreras en diferentes partes lo hicieron. Una etapa del béisbol cubano había terminado. Otra estaba por comenzar.

El 14 de enero de 1962 se celebró un doble juego en el Gran Stadium del Cerro que dejó inaugurado un nuevo evento: la Serie Nacional que ya juega su edición número 47. En aquel histórico e inolvidable día, se enfrentaron los cuatro equipos que participaron en la Serie. A primera hora, en once capítulos, Occidentales derrotó a la selección Habana por 3 carreras a 1 y Alfredo Street sufrió el revés. En el segundo turno, Azucareros, liderados por el brazo de Jorge Santín, blanquearon a los Orientales por 6 a 0.

Occidentales, bajo la conducción de Fermín Guerra, conquistó con facilidad el campeonato al lograr 18 triunfos y solo 9 derrotas, separado ampliamente por 5 juegos de sus más cercanos perseguidores, Orientales y Azucareros.

Con el bate en la mano sobresalió el occidental Erwin Walter quien con promedio de 367 se proclamó como el primer campeón de bateo, Urbano González anotó 19 carreras y conectó 40 imparables, líder en ambos departamentos y Rolando Valdés fue el máximo jonronero con 3 cuadrangulares.

La historia del béisbol cubano seguía adelante.

1 comentario

  • adolfo

    Exelente por fin alguien escribe el por que se termino la serie del caribe, quizas lo que falto fue decir, que para eliminar la serie del caribe se invento ese año la serie interamericana. El juagador mas valioso de ese ultimo campeonato cubano fue miguel fornieles y creo que perdio un juego no se si por el habana luis tiant para que se diera ese empate, ojala se divulgara mas esto, pues todavia, en libros , foros etc, de dice : como se acabo el beisbol profesional en cuba , se acabo la serie del caribe, en lugar de por retaliacion contra cuba se acaba la s.c.

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