En solo dos jornadas de juego el mundo ajedrecístico conocerá a un nuevo campeón. No será necesario esperar durante horas para conocer el desarrollo de las partidas, apenas cinco minutos por cada jugador, sin incremento adicional de tiempo, y llegará el apretón final de manos.
Tal vez para algunos el ajedrez rápido o rapid-transit o blitz constituye una forma de esparcimiento, una manera diferente de demostrar la capacidad de reacción y donde el resultado no es tan importante; pero de seguro los 16 ajedrecistas que disputarán la IV versión del Campeonato Mundial de blitz, en Almaty, Kasajastán, se tomarán muy en serio el torneo.
En el selecto grupo de estrellas aparece por primera vez un cubano. Su historia dentro del blitz pudiera considerarse normal. Ha ganado y perdido el campeonato nacional en este tipo de partidas y quedó eliminado del Mundial de 2004 por el mismo sistema; sin embargo, sus 2719 puntos de coeficiente ELO que lo sitúan como el mejor latinoamericano y número 21 del mundo, fueron razones de peso para que Leinier Domínguez recibiera la invitación.
El 2008 ha sido un año especial en la carrera de Leinier: sobrepasó la barrera de las 2700 unidades de ELO, ganó el Memorial Capablanca, quedó segundo en los fuertes eventos de Sarajevo y Biel, encabezará al equipo nacional en la próxima Olimpiada y ahora recibe la invitación al Mundial de blitz. Difícil pedirle más al habanero.
Los más de 300 mil dólares que se repartirán en Almaty convencieron a muchos. Además, los ajedrecistas no tienen nada que perder porque el blitz no cuenta para el ELO y esto les permitirá lanzarse de lleno a la lucha, sin estar pensando tanto en sus variaciones de coeficiente. El Mundial se jugará por el sistema de todos contra todos y en el caso de un empate en el total de puntos, decidirá el resultado de la partida. Si esta hubiera sido tablas, entonces el método será el Sonnenborn – Berger.
La nómina es de lujo, con tres hombres situados entre los diez mejores del mundo: Alexander Morozevich, 2787 de ELO; Vasily Ivanchuk, 2786; Teimour Radjabov, 2751. Contra Leinier también jugarán: Shakhriyar Mamedyarov, 2731; Gata Kamsky, 2729; Peter Svidler, 2727; Boris Gelfand, 2719; Alexander Grischuk, 2719; Judith Polgar, 2711; Sergey Rublevski, 2702; Krishnan Sasikiran, 2694; Vladislav Tkachev ,2664; Murtas Kazhgaleeev, 2640; Rafael Vaganian, 2590 y Amir Bassem, 2560.
HISTORIA DE LOS MUNDIALES
Durante décadas varios ajedrecistas destacaron por su brillantez en el blitz, entre ellos el argentino Miguel Najdorf y los soviéticos David Bronshtein, Leonid Shtain y Mijaíl Tal; aunque no existía una forma de determinar al campeón. En 1970 se desarrolló un gran torneo en Hercog-Novi, entonces Yugoslavia, y el inolvidable Bobby Fischer terminó en primer lugar; mientras Tal fue segundo y Vicktor Korchnoi tercero; aunque aquel evento nunca recibió el reconocimiento oficial como Campeonato Mundial.
Mucho tiempo después, en 1988, finalmente se llegó a un acuerdo y Canadá acogió a la primera cita mundial de blitz, ganada por el muy veterano Tal quien dominó en el match final a Rafael Vaganian, uno de los contrarios de Leinier en 2008.
El mundial canadiense fue un éxito; sin embargo, problemas financieros y el conflicto en que se vio envuelto al ajedrez por la división creada luego de la escisión de Garry Kasparov impidieron la continuidad. La espera tardó 18 años, hasta 2006, cuando se retomó la tradición y el ruso Alexander Grishuk venció a Peter Svidler—ambos rivales ahora de Leinier— y se proclamó como el segundo campeón mundial.
En 2007 la suerte le sonrió al ucraniano Vasily Ivanchuk, titular vigente, quien acumuló un punto más que Viswanathan Anand, el gran ausente de Almaty. Nadie esperaba que el indio, flamante monarca del ajedrez “normal”, jugara el torneo después de las once exigentes partidas desarrolladas hace poco contra Vladimir Kramnik, en su publicitado match por la corona. El ruso Kramnik tampoco estará presente.
LEINIER, UN MUNDIAL DE ENTRENAMIENTO
Casi nunca se escribe que una cita mundial funciona como un entrenamiento; pero esta parece ser la realidad para Leinier Domínguez. Pocos le conceden oportunidades de concluir entre los primeros puestos, por lo que no tendrá presión. Su gran reto será la Olimpiada de Dresde y allí sí se espera mucho de él.
La selección nacional necesitará que su primer tablero llegue en la mejor forma deportiva a un evento muy exigente. En las partidas donde Leinier entre en apuros de tiempo, lo ayudaría la experiencia adquirida en el Mundial de blitz. Quizás ese sea el momento de evaluar si el entrenamiento en Almaty cumplió sus objetivos.