La Liga Mundial de voleibol celebrará en 2009 su vigésima edición y la selección cubana estará otra vez entre las participantes de uno de los eventos más prestigiosos de este deporte; aunque la credibilidad del torneo ha sido muy criticada en los últimos años por las polémicas decisiones de la Federación Internacional.
Por decimonovena ocasión consecutiva el equipo cubano jugará en la Liga y esto lo reafirma como el tercero de mayor historia, solo superado por los dos máximos ganadores de títulos: Italia, con ocho coronas y Brasil, siete, quienes no han faltado a ninguna de las ediciones ligueras.
Para la cita de 2009 los cubanos fueron ubicados en el grupo C, junto a Rusia, Bulgaria y Japón. A diferencia de otros años, las agrupaciones en la vigésima Liga aparecen más balanceadas; sin embargo, todavía no se ha determinado la sede de la final, una oportunidad por la que compiten Serbia, China y Estados Unidos. Como es habitual, el país organizador tiene garantizada su presencia en la ronda conclusiva.
En 2008 Cuba concluyó con balance de cinco victorias y siete derrotas; pero no se le podía pedir más a una selección que afrontó, otra vez, una obligada renovación. El grupo clasificatorio fue muy complicado y los discípulos de Orlando Samuels enfrentaron a dos rivales fortísimos: Serbia y Rusia, segundo y tercer lugar respectivamente de la Liga. El panorama luce similar en 2009 con Bulgaria y Rusia como los principales contrarios.
Las ganancias de la Liga Mundial han aumentado notablemente en los últimos años y los directivos de la Federación Internacional (FIVB, por sus siglas en inglés) no se cansan de mostrar cifras que ciertamente reflejan el interés de los fanáticos por asistir a las instalaciones; aunque el dinero llega en mayor medida por el apoyo de los múltiples patrocinadores. Ellos apuestan en grande por un deporte que ha variado en diversas ocasiones su reglamento para complacerlos.
La Liga de 2008 repartió más de 20 millones de dólares entre los 16 equipos que intervinieron en ella; las televisoras transmitieron más de dos mil horas y un 35% de los partidos llegaron en vivo. La inesperada final entre Estados Unidos y Serbia pudo ser vista en 100 naciones.
Además, hubo un notorio incremento en la cantidad de asistentes a los estadios. De acuerdo con la FIVB, en 2008 se rompió un récord que databa de 2001 y 665 mil espectadores pagaron por presenciar los desafíos. Latinoamérica encabezó las tres primeras posiciones—no así en la tabla de medallistas— y Brasil ocupó el sitial de honor con 77 mil 530 fanáticos, Cuba y su gigantesco Coliseo de la Ciudad Deportiva se mantuvo como la segunda plaza más importante, 66 mil 746; mientras Venezuela acumuló 60 mil 500.
Pero los impresionantes números no pueden ocultar las controvertidas decisiones acerca del sistema de clasificación y los criterios en la selección de los equipos participantes.
En las últimas cuatro ediciones de la Liga, la FIVB se ha concedido el derecho de nombrar al sexto clasificado—wild card— a la final, bajo un único criterio: las posibles ganancias financieras que pudiera generar ese equipo. Hasta el momento los resultados en la etapa eliminatoria no han importado y Cuba ha sido perjudicada en dos ocasiones.
La idea del llamado “wild card” ha provocado, y con razón, encendidas polémicas. En las ediciones de 2006 y 2007 Cuba fue el mejor segundo lugar; sin embargo, no fue incluida en la final. En 2008 el escándalo creció porque la FIVB invitó a Japón, un equipo con resultados mediocres, y el nivel de uno de los grupos de la fase conclusiva disminuyó notablemente.
Ahí no terminan los problemas. El vigésimo aniversario de la Liga Mundial contará con el regreso de dos selecciones: Argentina y Holanda. España y Egipto fueron obligados a retirarse porque resultaron las naciones con menor presencia de fanáticos en los estadios, una regla impuesta desde el 2007 por el Consejo de la Liga.
Una vez más se olvidaron los resultados deportivos porque España es la actual campeona europea. Es cierto que no estuvo bien en la última campaña y no pudo lograr el pase a la Olimpiada de Beijing; pero entre la nómina de participantes en la versión liguera de 2009 aparece, por ejemplo, Corea del Sur que apenas ganó un partido en 2008.
La noticia de la exclusión del seleccionado español no fue bien recibida en ese país y un molesto fanático escribió en uno de los foros de debate del periódico Marca: “señores, estas son las cosas que hacen pensar que el deporte entiende solo el idioma del dinero”. No está muy lejos de la verdad. Lástima que sea así.