Cuatro trajes dorados para el emperador Messi
Allí estaban casi todos los grandes del fútbol. De pie, frente a ellos, Lionel Messi no sabía qué hacer, cómo reaccionar ante los aplausos, ni siquiera cómo vestir (horrible la selección de su traje). “Estoy algo nervioso”, dijo y era difícil no creerle, porque también sabemos que el mejor jugador de fútbol del siglo XXI no suele hablar mucho y su humildad es real.
La “Pulga”, como lo llaman, prefiere marcar goles a aparecer en portadas de revistas del corazón, prefiere votar por su compañero de equipo Andrés Iniesta, antes que hacerlo por sí mismo, prefiere celebrar con su equipo, antes que regodearse en sus habilidades personales. En fin, prefiere—y lo logra con mucho éxito—diferenciarse por completo de Cristiano Ronaldo, el futbolista con quien no se aburren de compararlo, con el hom...