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El último salto de los Miami Dolphins

Los Dolphins tuvieron que recurrir a Thigpen su tercer mariscal en el último desafío
Los Dolphins tuvieron que recurrir a Thigpen su tercer mariscal en el último desafío

Los Miami Dolphins terminaron la temporada 2009-2010 de la misma manera en que la comenzaron: con una cerrada derrota, esta vez frente a los campeones del SuperBowl 2009, los Pittsburgh Steelers.

Es el momento de analizar una campaña en la que se cumplió—lamentablemente, debo admitir—mi pronóstico de septiembre cuando aseguré que el fortísimo calendario le impediría a los Dolphins regresar a los play offs.

No obstante, también debo admitir que me sorprendió el gran repunte de los Dolphins, después de iniciar con tres desalentadoras derrotas de forma consecutiva. Para colmo de males, el mariscal Chad Pennington sufrió una lesión que lo alejó definitivamente del equipo.

Sin embargo, con la única excepción del revés sufrido ante los Chargers, los otros descalabros de los Dolphins fueron con marcadores muy reñidos (Colts, Falcons, Saints, Patriots, Titans, Steelers), algo muy similar pudiéramos decir de los éxitos alcanzados sobre los Jets (en dos ocasiones), Tampa Bay y New England.

Después de la baja de Pennington, el segundo mariscal, Chad Henne ocupó su lugar. Me parece que muy pocos confiaron en Henne y este ciertamente cometió errores muy graves en momentos cruciales, pero bajo su liderazgo Miami ganó siete desafíos.

Pero en mi memoria quedará, como un recuerdo no muy agradable, la intercepción lanzada por Henne contra los Tennessee Titans, en la 15ta semana. Después de estar debajo 15 puntos en el último cuarto, los Dolphins igualaron el partido de forma dramática e incluso tuvieron suerte en el sorteo y recibieron el balón en el tiempo extra. Un triunfo los hubiera colocado con 8 y 6; pero, en lugar de esto, su marca quedó en 7 y 7. Luego vinieron los dos reveses en línea, nada menos que en casa, frente a Houston y Pittsburgh.

Sin dudas las lesiones golpearon al equipo. Primero fue Pennington, más tarde Ronnie Brown—muy talentoso, pero demasiado golpeado por las lesiones—y la salida del corredor más importante borró del plan ofensivo la formación Wildcat, muy estudiada por los rivales y esto disminuyó la enorme efectividad que alcanzó el año anterior.

La gota que derramó la copa ocurrió en el desafío de despedida cuando los Dolphins tuvieron que recurrir a su tercer mariscal porque perdieron en un mismo partido a Henne y a Pat White. La inexperiencia del tercer mariscal contribuyó al revés ante Pittsburgh, otro emocionante encuentro en que faltó el esfuerzo final, pues Miami fue capaz de descontar una diferencia de 10-27 hasta 24-27 y un fumble de Ben Roethlisberger le dio el balón a Miami en la yarda 13 de los campeones; pero una vez más una intercepción acabó con las esperanzas de los Dolphins.

El récord de 7 y 9 se ajusta a las expectativas que yo tenía antes del inicio de la campaña con los Dolphins. Solo espero que el calendario de la próxima temporada sea un poco menos complicado y, por supuesto, que las lesiones le permitan al coach Tony Sparano mantener una formación más estable.

Vea además:
Calendario de los playoffs de la NFL
Tabla final de posiciones
Estadísticas finales de los Miami Dolphins

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