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El deporte en la TV, ¿el arte de las alianzas?

La televisión y el deporte han establecido una fuerte alianza
La televisión y el deporte han establecido una fuerte alianza

Nadie se atrevería a negar la enorme importancia que hoy tiene la relación entre la televisión y el deporte; aunque el reconocimiento de estos estrechos vínculos, que resultan ventajosos para ambos bandos, no nos puede alejar de la crítica hacia los problemas que también acompañan a la creciente dependencia de varias modalidades del dinero aportado por los patrocinadores de las transmisiones de cualquier medio.

La gran influencia de los medios, en especial de la televisión, sobre el deporte se puede apreciar en diversos aspectos. Por ejemplo, ha sido notable el aumento de las disciplinas que han aceptado cambios de reglas para así convertirse en espectáculos, supuestamente más atractivos para los televidentes.

Esta influencia televisiva es visible, además, en la selección de horarios en algunos eventos. Ya no son los organizadores, sino los productores televisivos, quienes deciden cuándo comienzan las competencias más importantes y esto se pudo apreciar en los Juegos Olímpicos de Beijing, donde deportes que generaban una gran audiencia televisiva, como la natación, se efectuaron en horas claramente desfavorables para el público chino; aunque por la diferencia de horarios, en los momentos de mayor cantidad de telespectadores en otras naciones.
Sin dudas estamos en presencia de una extensa lista de deportes que han variado sus reglamentos o modificado su calendario para complacer a los medios de comunicación; pero también es amplio el listado de aquellas disciplinas que emplean las repeticiones televisivas como vía para reafirmar o variar las decisiones arbitrales.

En el fútbol americano cada entrenador tiene el derecho a solicitar hasta dos revisiones de jugadas. Los jueces se reúnen, observan la repetición y luego emiten su veredicto final. En el baloncesto norteamericano, la conocida NBA, también se ha comenzado a aplicar un sistema que determina si un balón estaba en el aire antes del pitazo final de un cuarto o partido; mientras, en el béisbol de las Grandes Ligas se utilizan las repeticiones televisivas para establecer si una pelota abandonó realmente el estadio en un cuadrangular.

Los que no están convencidos sobre el empleo del vídeo—que son muchos, no solo en la pelota—argumentan que el acceso a la tecnología es muy desigual, incluso en los Estados Unidos, donde no todos los estadios ni cadenas poseen los mismos recursos. Ni hablar del resto del mundo.

En Cuba el número de transmisiones televisivas beisboleras ha aumentado notablemente en los últimos años; pero falta mucho hasta lograr que cada partido cuente con una señal propia, por lo que la reglamentación vigente en las Mayores no tendría mucho sentido aquí; aunque tampoco se debería ignorar porque la Federación internacional—que tiene ahora a un nuevo presidente, Riccardo Fraccari—, ya cambió las reglas en los extrainnings y  pudiera considerar la inclusión de las repeticiones en las principales competencias, como Mundiales o Copas Intercontinentales.

Los ejemplos de la estrecha relación deporte-transmisiones televisivas continúan: el voleibol creó el sistema de rally points, eliminó el cambio de saque e introdujo un vestuario más ajustado al cuerpo, en especial entre las mujeres, con el objetivo de atraer a una mayor audiencia. En la esgrima se aprobaron las caretas transparentes que le permiten a la cámara mostrar las reacciones faciales de los atletas; el tenis de campo acortó el tiempo de los partidos al implantar el tie break y los tenistas pueden solicitar hasta tres revisiones de jugadas mediante el muy moderno sistema “hawk-eye” que posibilita apreciar el lugar exacto donde picó la pelota.

A pesar de las reticencias de algunos, no deberíamos asombrarnos si en un futuro, quizás no tan lejano, el vídeo alcanza un mayor protagonismo en el deporte y desde una habitación, tal vez localizada en el terreno o quizás ubicada a miles de kilómetros de distancia, hombres con el título de árbitros, respaldados por eficientes tecnologías y repeticiones desde los más diversos ángulos, ayudan a revertir las decisiones tomadas en un terreno de fútbol, un estadio de béisbol, una cancha de tenis o baloncesto.

Publicado en Habana Radio

1 comentario

  • Cubano-Americano

    Miguel ..Eso es desarrollo..vivimos en un mundo material y todos esos espectaculos son pagados por los anunciantes que hacen posible esas transmisiones y las deciciones la toman dependiendo del gusto de la mayoria que sintonizan esos canales [ratings]…eso funciona asi…y los avances tecnologicos se imponen..te decia que muchos atletas ganan mas anunciando, que en sus respectivos deportes,,/Saludos,,bye

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